La crisis que enfrenta al Congreso de Perú con el presidente, Martín Vizcarra, pareció inclinarse a favor de este último en la madrugada, cuando su ex vicepresidenta, Mercedes Araoz, renunció a reemplazarlo en el cargo.

Los acontecimientos se desencadenaron el lunes, cuando el presidente peruano dispuso la disolución del Congreso y este, a su vez, suspendió al mandatario por 12 meses, juramentando a Araoz en su lugar. El mandato de la novel presidenta fue impugnado por algunos diputados que alegaron que ella estaba cometiendo el delito de usurpación de funciones. Pasaron poco más de 24 horas antes de que ella misma renunciara, esta madrugada, al cargo que había asumido ante el Congreso y se sumara al pedido de que se celebren elecciones legislativas anticipadas, algo que solo unas horas antes rechazaba rotundamente.

La vice designada presidenta justificó su decisión en una carta enviada al presidente del Congreso, Pedro Olaechea, y difundida a través de su cuenta de Twitter:

Uno de los argumentos presentados por Araoz es el del pronunciamiento de la Organización de Estados Americanos (OEA), que en la tarde de ayer emitió un comunicado en el que pide que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre la decisión del presidente de disolver el Congreso. “La Secretaría General de la OEA considera que compete al Tribunal Constitucional del Perú pronunciarse respecto a la legalidad y legitimidad de las decisiones institucionales adoptadas”, sostuvo el organismo continental en un documento difundido en su página web. La OEA consideró constructivo el llamado a elecciones legislativas que realizó Vizcarra para definir una pugna entre el gobierno y el Congreso unicameral. “Es conveniente que la polarización política que sufre el país la resuelva el pueblo en las urnas”, agregó la entidad que preside Luis Almagro.