Miles de simpatizantes del Frente de Todos festejaron ayer desde la tarde hasta la medianoche en la sede de esa alianza en Buenos Aires. Su candidato a la presidencia, Alberto Fernández, reunió 48,01% de los votos y superó así el umbral de 45% necesario para ganar las elecciones presidenciales argentinas en primera vuelta.

Con estos resultados, el dirigente opositor asumirá el 10 de diciembre, con Cristina Fernández como vicepresidenta, y frustró la aspiración de Mauricio Macri de ser reelecto para un segundo mandato. Aunque la fórmula de la alianza oficialista Juntos por el Cambio reunió un apoyo de 40,47% y se recuperó del 32% que había alcanzado en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), no fue suficiente para que Macri pasara a un balotaje.

El triunfo de Alberto Fernández, que ya pronosticaban las encuestas, se confirmó en las primeras proyecciones de votos, y los festejos comenzaron horas antes de que se conocieran los datos oficiales. El entusiasmo de sus partidarios contrastaba con las caras serias que se veían en la sede de la alianza oficialista antes de que se conociera el triunfo de su candidato a jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. El dirigente macrista superó el 50% de los votos válidos y logró la única victoria que obtuvo ayer Juntos por el Cambio.

48% de los votantes argentinos respaldaron al Frente de Todos

En la sede de la alianza oficialista, el compañero de fórmula de Rodríguez Larreta, Diego Santilli, dio el primer discurso de la noche. Después de agradecer a muchos colaboradores, dijo al micrófono: “Está faltando alguien, ¿no? ¿Quién está faltando? ¿Quién está faltando? ¡Él, que recorrió todos los barrios! ¡Horacio! ¡Ganamos!”. Fue entonces cuando entró Rodríguez Larreta, entre papel picado y música de Tan Biónica. “¡Hoy hicimos historia en la ciudad de Buenos Aires”, dijo Rodríguez Larreta, el primer jefe de gobierno porteño electo en primera vuelta.

Después de un discurso lleno de agradecimientos, le tocó el turno de hablar a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, que ayer perdió la elección frente al candidato del Frente de Todos, Axel Kicillof. “Yo voy a seguir comprometida con ustedes”, dijo la dirigente macrista. “Ni ahora ni el 10 de diciembre se termina nada, comienza otra etapa. Voy a seguir al lado de ustedes. Las urnas no matan los sueños. [...] Sé que no estoy sola. Dios me dio un descanso para que recupere mis fuerzas y volvamos a dar juntos las peleas que hagan falta”, continuó.

Foto del artículo 'Sin más vueltas: Alberto Fernández fue electo presidente argentino'

Foto: Juan Mabromata, AFP

También Macri, rodeado de la dirigencia de Juntos por el Cambio, insistió en que “esto recién comienza”. Felicitó a Alberto Fernández por su triunfo e informó que lo invitó a desayunar juntos hoy. “Acá lo que tiene que primar es el futuro de los argentinos”, dijo Macri. Después repasó su gestión y afirmó que su país está ahora, después de su gobierno, frente a “un futuro más sólido”, con logros en infraestructura, educación, política contra el narcotráfico, pero también en “algo más difícil de cuantificar, otra forma de relacionarnos, otra cultura del poder”.

De regreso

Otros discursos y otra música se escucharon en el búnker del Frente de Todos. Con banderas argentinas y mientras sonaba “Rezo por vos”, de Charly García, llegaron Alberto Fernández, Cristina Fernández y Kicillof. El candidato a gobernador, que derrotó por 52,08% a 38,62% a Vidal, apenas podía hablar, debido a los gritos y los cantos de la gente. “Hay mucha alegría, presidente”, le dijo a Fernández.

El Banco Central argentino limitó la compra de dólares a un máximo mensual de 200 para las personas con cuenta bancaria y de 100 en efectivo.

Kicillof destacó que “hubo un triunfo categórico” en la provincia de Buenos Aires y las presidenciales, que se definieron sin necesidad de segunda vuelta. “Lo crucial ha sido la unidad del campo popular”, dijo. Agregó que “hay que tener en cuenta que lo que ganó fue la política, fue la unidad popular, fue todo ese esfuerzo que se hizo a lo largo y ancho de la provincia de Buenos Aires” y del país.

También le respondió al discurso del oficialismo. “Lo que hemos visto [en esas recorridas] es que la situación económica que tenemos hoy adelante, después de cuatro años del gobierno de Macri y del gobierno de Vidal, es de tierra arrasada. Cualquier lectura de los números habla de que al cabo de cuatro años va a haber una caída de nueve puntos del nivel de actividad del Producto Interno Bruto per cápita. Y lo mismo sucede con la ocupación: el desempleo, que en 2015 estaba a 5,8%, hoy está a 9,6%; casi se duplicó. Quiero que tengamos esto en cuenta, porque son 167.000 puestos menos de trabajo formal en toda la república”, afirmó. “Casi duplicaron el desempleo, duplicaron la deuda externa”, dijo Kicillof. “Estamos adelante de un fracaso de un proyecto neoliberal”, concluyó. “Sabemos que esta es una noche de festejos y no es una noche de discusión, pero [en las elecciones pasadas] se ganó con marketing. Lo que hoy tenemos para festejar es que se ganó con lo inverso, recorriendo toda la provincia, acompañando a los que sufren, los que necesitan. Y así vamos a tener que gobernar, con un cambio en las prioridades, para devolverles los derechos a los sectores medios, a los productores, a los que menos tienen”, concluyó, y recordó que hay cuatro millones de pobres en Argentina.

“El otro mensaje que tienen las urnas es que para hacer esto hay que hacerlo con todos. No se puede hacer con un gobierno que haga operaciones, persecución; no se puede hacerlo a través de trolls. Venimos a superar la grieta y a unificar esta provincia y este país”, concluyó.

Si a Kicillof le costó comenzar a hablar, más difícil se le hizo a Cristina Fernández de Kirchner. Apenas dijo unas palabras cuando los cánticos la interrumpieron. La vicepresidenta electa celebró el triunfo de Kicillof y reiteró que el nuevo gobierno argentino “va a tener una tarea muy difícil, que requerirá la ayuda, la cooperación de todos, los que votaron, y los que no votaron también”.

Dirigiéndose a Macri, que el día después de las PASO manifestó que no podía hacer nada si el peso subía por los resultados de aquella votación, Fernández dijo: “Le voy a pedir ante todos los argentinos al que todavía es presidente que, por favor, hasta el 10 de diciembre, como yo lo hice cuando me tocó, tome todas las medidas para aligerar la situación dramática que se está viviendo en la economía del país. Es su responsabilidad. Los presidentes son presidentes desde el día que asumen hasta que terminan su mandato. Señor presidente, asuma su responsabilidad cuidando el patrimonio de todos los argentinos”. También hizo un pedido al peronismo: “Nunca más rompan la unidad que se requiere para enfrentar al neoliberalismo.

Finalmente, habló el presidente electo. En su discurso recordó a Néstor Kirchner, en cuya presidencia él fue jefe de Gabinete, y señaló que ayer era el aniversario de su muerte. Alberto Fernández se comprometió “a hacer lo que haga falta para que las persianas de las pymes vuelvan a levantarse, para que los trabajadores que se quedaron sin empleo vuelvan a trabajar, para que la educación pública no sea una desgracia, como dice el presidente, para que nuestros científicos no tengan que emigrar”, y agregó que “ojalá que quienes sean nuestros opositores en los próximos cuatro años sean conscientes de la situación que dejaron y nos ayuden a reconstruir” el país. “Vamos a hacer la Argentina que nos merecemos, porque no es verdad que estamos condenados a esta Argentina. Y no lo van a hacer Cristina y Alberto, lo vamos a hacer todos y todas, como siempre lo hicimos. El gobierno volvió a manos de la gente. Volvió a manos de los argentinos y las argentinas”.