El presidente Tabaré Vázquez ha reducido al mínimo sus apariciones públicas. Su delicado estado de salud y la imposibilidad constitucional de participar en la campaña electoral lo han alejado de la agenda mediática. Pero varios de sus ministros han tenido algunos de los cruces más intensos con la oposición, en debates que han ido mucho más allá de los contenidos de sus propias carteras.

Por lo menos cuatro veces en setiembre, el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, salió al cruce de la oposición, a la vez que resaltó logros de los gobiernos del Frente Amplio (FA), mucho más allá de temas relacionados con la gestión de su cartera. Su participación en los desembarcos que, por estos meses, hacen algunos integrantes del gabinete en el interior del país, así como el llamado a ideas para la Estación Central de AFE, han contribuido a esto: en esas ocasiones Rossi fue un actor central, y el ministro aprovechó las situaciones para defender la gestión que encabeza el presidente.

El 9 de setiembre, Rossi cuestionó que el programa del candidato colorado Ernesto Talvi hablara del “pésimo estado” de la ruta 30, y que también se insista en que las rutas 31, 26, 24 y 21 están en malas condiciones. “O es un programa viejo, o el que escribió eso no conoce de lo que está hablando. Parece una ironía, porque las rutas elegidas para hablar ‘del pésimo estado’ son rutas recuperadas a óptimo en esta administración. Tal vez es un error del programa”, sentenció en esa oportunidad. De paso, criticó que en “gobiernos anteriores” las regionales de su cartera fueron eliminadas “a favor de la creación de empresas privadas”. “Recién en las administraciones del FA [esas regionales] se fueron fortaleciendo”, aseguró, y dijo estar “a la orden para hacer un intercambio constructivo, positivo, para que la experiencia y el conocimiento acumulado no queden en la nada”.

Una semana después, el ministro cuestionó el discurso que dio el presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Gabriel Capurro, en el cierre de la 114ª edición de la Expo Prado. Se trató, dijo, de una exposición “soberbia y superficial”, dirigida a “la tribuna”. Al día siguiente, el ministro hizo en Canelones una defensa de los gobiernos frenteamplistas, durante una de las rendiciones de cuentas de los ministros: “Decidimos hace tiempo que primero había que crecer para después repartir, y pasaron 200 años en el país y nunca llegó el momento de repartir. Debió llegar este gobierno, y a partir de 2005 entonces sí, junto con el esfuerzo por crecer, fuimos recorriendo juntos, a lo mejor lentamente, la recuperación del conjunto de sectores que integran la sociedad”.

La siguiente gira fue en Libertad, donde Rossi volvió a participar, en lugar del canciller Rodolfo Nin Novoa. En esa oportunidad aclaró la situación: dijo que si bien es “lógico” que la oposición “quiera desplazar al gobierno”, también lo es que “que el gobierno defienda su gestión y dé sus razones”. Luego criticó la propuesta de Talvi de reducir en 50.000 el número de funcionarios públicos.

Tanto Rossi como fuentes de la Torre Ejecutiva niegan que las mayores apariciones del ministro sean una estrategia meditada. “El presidente nunca tuvo voceros”, dijo el jerarca a la diaria. No obstante, admitió que está haciendo campaña política: “Soy el primero que digo que sí. Hago campaña porque la Constitución me lo permite y como ciudadano uruguayo no tengo derecho a renunciar a los derechos que me otorga la Constitución porque hay un señor [por Luis Lacalle Pou] que le parece mal. Eso es una ridiculez con la que se busca descalificar. Trabajo 12, 14 o 16 horas por día en temas del ministerio. No participo en ninguna lista ni soy candidato a nada”, respondió.

En la Torre Ejecutiva son conscientes de que Rossi hace declaraciones por su cuenta, pero valoran sus aportes, ya que es un “político por excelencia”, que “tiene personalidad fuerte y no se caracteriza por quedarse callado”. Saben, además, que sus oratorias no se refieren exclusivamente a su cartera, aunque eso es parte del “formato” de las nuevas salidas de los ministros por todo el país.

Además, el ministro explicó el porqué de algunas de sus intervenciones y cargó contra la oposición: “Hay personas que hablan como si el país no conociera de crisis del sistema financiero y no hubiera tenido experiencias de la importancia de lo que pasa en Argentina. Otros advierten lo de Argentina y actúan como si no tuviera ninguna importancia para el país. Molesta un poco, porque si no se conoce lo importante y lo dificultoso que es para Uruguay poder mantener una situación de estabilidad con lo que pasa en la región, la persona indudablemente no está en condiciones de opinar, y mucho menos de gobernar”.

Esta situación también expone al ministro a más críticas. La semana pasada, el sector Ciudadanos, del Partido Colorado (PC), liderado por Talvi, denunció que el gobierno había violado el pacto que firmaron los partidos contra las noticias falsas. El prosecretario del PC, Felipe Schipani, puso entre los ejemplos que Rossi había dicho que la inflación solamente llegó a reducirse a un dígito en los gobiernos del FA. La semana pasada, en Libertad, Rossi explicó sus dichos: “Los únicos gobiernos que tuvieron un solo dígito de inflación [en la totalidad del período] fueron los gobiernos que estuvieron de 2005 a 2010, de 2010 a 2015, y de 2015 a 2020”.

Y así, mientras que el ministro defiende la gestión del gobierno, en la oposición lo acusan de desatender sus obligaciones como secretario de Estado. Para el diputado nacionalista Juan José Olaizola, “sus declaraciones se inscriben en una estrategia del FA de lanzar a sus ministros a criticar a la oposición y sacarlos de su tarea de gobernar en áreas específicas, cuando en la agenda del Ministerio de Transporte hay varios problemas por resolver”.

A pesar de las críticas, Rossi asegura que continúa trabajando en su cartera, e incluso más allá de febrero de 2020: “Tenemos metas y objetivos que nos entusiasman, pensando en el próximo período y más. Las necesidades y desafíos que necesita concretar el país trascienden a los gobernantes”.