“Acudimos ante este foro para denunciar y alertar sobre los riesgos que corre la democracia boliviana, no hay argumentos que sustenten una acción sediciosa”. Con estas palabras el ministro de Relaciones Exteriores boliviano, Diego Pary, expresó ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) ayer que la democracia de su país sufre graves amenazas por parte de grupos fascistas. El canciller alertó sobre un intento de “golpe de Estado” por parte de “organizaciones cívicas que expresan su odio contra todo quien no comulga con sus medidas”.

“La voz del pueblo corre el riesgo de ser silenciada, ante el surgimiento de hordas fascistas incrustadas en organizaciones cívicas que expresan su odio contra todo aquel que no comulga con sus ideas, que quieren imponer violencia y miedo”, aseveró Pary.

El canciller afirmó que el supuesto fraude electoral que alegan los opositores al presidente Evo Morales no cuenta con fundamentos sólidos. “Sus verdaderas intensiones son la toma del gobierno, a través de un golpe de Estado impulsado por sectores radicales del movimiento cívico y mal llamado Consejo de Defensa de la Democracia”, añadió Pary, en referencia al comité cívico que dio un ultimátum al mandatario para que renunciara antes de ayer a las 19.00, cosa que no sucedió, lo cual intensificó los ánimos de los opositores, cuyo feudo es la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

Pese a la situación de inestabilidad política que se vive en su país, el presidente Morales prosiguió con sus actividades en forma normal, y ayer, mientras retornaba de la inauguración de una carretera en la localidad de Colquiri, cerca de La Paz, sufrió un accidente sin consecuencias debido a una falla mecánica en el helicóptero que transportaba a él y su comitiva.

La Fuerza Aérea Boliviana informó que el hecho obligó a un aterrizaje de emergencia y que no hubo daños personales.