La situación de violencia que tiene lugar en Chile desde hace más de un mes –cuando comenzó el estallido social que se desencadenó luego del aumento del precio del boleto de metro el 18 de octubre– tuvo ayer nuevas repercusiones a nivel político. Mientras tanto, en las calles de muchas ciudades se siguen registrando y denunciando abusos cometidos por las fuerzas de seguridad del Estado, en particular por Carabineros.

Los partidos de centroizquierda que conforman el bloque Nueva Mayoría (NM) rechazaron los hechos de violencia que se produjeron en los últimos días e insistieron en la necesidad de una solución de carácter político mediante el acuerdo constituyente. En un documento firmado por los principales jerarcas de la Democracia Cristiana (DC), el Partido por la Democracia (PPD), el Partido Socialista (PS), el Partido Radical (PR), y el diputado Vlado Mirosevic, del Partido Liberal, los líderes partidarios opositores al presidente Sebastián Piñera llamaron “al gobierno a cumplir con su responsabilidad de mantener el orden público”. “Para este propósito será necesario reformar profundamente las policías, mejorar la inteligencia y la labor preventiva, y que Carabineros deje de actuar con dureza frente a los manifestantes pacíficos y con blandura frente a delincuentes que saquean e incendian”, reclamaron. Un ejemplo de esto ocurrió este miércoles en varias estaciones del metro de Santiago, donde efectivos de Carabineros reprimieron con dureza a jóvenes que se habían colado en el metro, una respuesta que contrastó con la de un día antes cuando, durante saqueos e incendios, las fuerzas de seguridad prácticamente no ejercieron su función.

En el texto consignado por la radio Cooperativa, NM señaló: “Con la misma fuerza que hemos condenado las graves violaciones a los derechos humanos, y frente al incremento de la violencia, de saqueos, ataques incendiarios a hospitales, ambulancias, iglesias, medios de comunicación y comercios, los partidos abajo firmantes expresamos nuestro más firme rechazo a estos hechos de violencia y vandalismo”. Además, plantearon: “Los ataques incendiarios y los saqueos no sólo son repudiables, sino que desmovilizan la protesta pacífica. Quienes se aprovechan de las movilizaciones pacíficas para cometer delitos deben ser aislados”, y concluyeron su comunicado afirmando que “la única salida sustentable a la crisis que vive nuestro país es de carácter político, por la vía del avance del proceso constituyente y un pacto social acompañado de justicia tributaria”.

Mientras tanto, desde la sede del gobierno, Piñera hizo este miércoles un pedido a todos “los que aman la paz” a condenar los hechos de violencia de los últimos días. “La violencia está causando un daño que puede ser irreparable al cuerpo y alma de nuestra sociedad. La violencia ha significado dolorosas pérdidas de vidas humanas y muchas, muchas personas lesionadas. La violencia está destruyendo sueños y proyectos de vida para muchas personas y emprendedores de nuestro país”, afirmó. Destacó que el gobierno “está haciendo su trabajo con todos los instrumentos de la democracia y del Estado del Derecho”. Por esa razón, y siendo coherente con la línea represiva que ha mantenido desde que comenzó el conflicto, pidió al Congreso aprobar con urgencia la ley antiencapuchados, antibarricadas, antisaqueos, así como la que permitiría a las Fuerzas Armadas cuidar “infraestructura crítica” sin que se haya declarado estado de emergencia. Además, Piñera destacó que con el egreso anticipado de alumnos de las escuelas de oficiales y suboficiales de Carabineros y la Policía de Investigaciones, en un plazo de dos meses habrá en las calles más de 4.500 carabineros y policías adicionales.

Paralelamente, en el marco de las reiteradas denuncias presentadas por manifestantes y familiares de estos que durante las movilizaciones sufrieron lesiones infligidas por personal de Carabineros, el ministro de Defensa, Alberto Espina, definió como una situación “extremadamente crítica” lo que está viviendo el país en materia de seguridad. El secretario de Estado manifestó que “la situación que está viviendo el país es extremadamente crítica en materia de seguridad, extremadamente crítica, se está llegando a niveles de violencia que no se registraban en Chile desde el retorno a la democracia [...] policías y carabineros están absolutamente sobrepasados y desbordados”. Espina agregó que en Chile están actuando “grupos anarquistas coordinados, de forma sistemática, en conjunto con otros grupos de narcotraficantes”, según consignó La Tercera.

El ministro hizo estas declaraciones durante su participación en la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, en la que debió comparecer para dar explicaciones sobre el informe de Amnistía Internacional, en el que se cuestionó duramente el accionar de las Fuerzas Armadas en el marco de las movilizaciones sociales.