En la madrugada de este martes Israel llevó a cabo un operativo selectivo con el que abatió a un comandante de alto rango de la Yihad Islámica, vinculado al movimiento islamista Hamas. Según informaron las autoridades de ese país, Baha Abu al Atta estaba preparando un ataque que se lanzaría de forma inminente sobre Israel y por eso se procedió con el ataque, con el que se causó su muerte y también la de su esposa.

Hamas respondió al ataque con el lanzamiento de unos 190 cohetes sobre varias ciudades israelíes, que fueron interceptados por la Cúpula de Hierro, el escudo antimisiles que cubre el territorio israelí.

A su vez, el gobierno que encabeza Benjamin Netanyahu respondió con el lanzamiento de nuevos bombardeos, que terminaron con la vida de ocho palestinos, presuntamente milicianos de Hamas. Del lado israelí no se informó de víctimas fatales, aunque sí sonaron las alarmas, incluso en zonas alejadas de la frontera con la franja de Gaza, y hubo familias que se trasladaron a refugios.

La de este martes fue la escalada de tensión más grave de los últimos meses entre Israel y Hamas. Ante esta situación, el Ejército israelí dispuso el envío de tropas adicionales a la frontera con Gaza y el ministro de Defensa, Naftali Benett, la declaró “zona especial” durante 48 horas, lo que implica la limitación de los derechos de reunión y el cierre de instituciones educativas, entre otras medidas.