Una vez más, las calles de Santiago y de muchas otras localidades chilenas fueron escenario de masivas manifestaciones populares que exigen cambios drásticos en la conducción del país, en el marco del estallido social que se inició hace ya cuatro semanas.
Paralelamente a las movilizaciones, que se enmarcaron en un paro general de actividades decretado por numerosas entidades gremiales, 14 partidos de oposición –de centro y de izquierda– unificaron sus posiciones y oficialmente presentaron un documento en el que se declararon a favor de un plebiscito y una asamblea constituyente como caminos para arribar a una nueva Constitución Política de la República. Según informó la radio Cooperativa, el texto está firmado por Revolución Democrática, el Partido Comunista, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Cristiano, el Partido por la Democracia, el Partido Ecologista Verde, el Partido Radical, el Partido Igualdad, el Partido País Progresista, la Federación Regionalista Verde Social, el Partido Comunes, el Partido Liberal, el Partido Convergencia Social y el Partido Humanista, y responde a “los últimos acontecimientos que ha vivido el país, en el marco de una crisis social y política inédita desde el retorno a la democracia”.
En el texto, los grupos más fuertes de oposición al gobierno de Sebastián Piñera establecen que “la ciudadanía movilizada en todo Chile ha corrido el cerco de lo posible y ha realizado una interpelación a todas las fuerzas políticas del país”, donde “la necesidad de una Nueva Constitución –emanada de la propia ciudadanía– que permita establecer un nuevo modelo político, económico y social, es una pretensión fundamental que debe encontrar la vía para ser legitimada”. En este marco, dicen, “la única posibilidad de abrir un camino para salir de la crisis pasa por una Nueva Constitución [...] y las fuerzas políticas tenemos el deber de hacer viable un Plebiscito vinculante para el establecimiento de una Nueva Carta Magna que rija los destinos del país”.
En el comunicado se rechaza expresamente la propuesta de una nueva Constitución realizada por el gobierno de Piñera, ya que esta “se aleja de la demanda popular por participación y deliberación en la importante tarea a la que nos enfrentamos”.
Por otra parte, sigue causando preocupación la represión ejercida por parte de las fuerzas de seguridad del Estado contra los manifestantes, y en ese sentido el representante del Instituto Nacional de Derechos Humanos en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Branislav Marelic, apuntó que el organismo internacional constató que “la situación en Chile es grave”, según se comunicó en la audiencia realizada por la entidad el lunes en Quito, la capital ecuatoriana, luego de las denuncias emanadas desde Chile por las violaciones “sistemáticas y generalizadas” contra los derechos humanos.
Marelic afirmó que “constataron que la situación en Chile es grave y han pedido información, pero también han pedido mayor actividad, mayor iniciativa en muchas áreas del Estado. Esta audiencia no se tiene que mirar aisladamente, sino que va a ser el punto de partida de la visita que va a realizar la Comisión Interamericana en Chile”.