En una conferencia de prensa que dio este jueves en la sede del gobierno boliviano, el Palacio Quemado, la presidenta interina, Jeanine Áñez, arremetió contra el ex mandatario Evo Morales, a quien reprochó las que, en su opinión, fueron declaraciones políticas “incitando” a la población boliviana, en su “afán prorroguista”. Anunció, además, que la cancillería presentará una queja formal ante el gobierno mexicano que encabeza Andrés Manuel López Obrador. “Evo Morales, desde su exilio, está rompiendo con todos los protocolos, porque él no debería estar haciendo declaraciones públicas, se supone que es un exiliado y que no tiene el derecho de estar haciendo manifestaciones públicas incitando, desde donde está, a la población”, afirmó Áñez, según consignaron medios bolivianos.

Además, la ex senadora derechista dijo que el Movimiento al Socialismo (MAS) “tiene todo el derecho a participar en las elecciones” y les pidió que “vayan buscando candidato”. “Evo y Álvaro [García Linera] no están habilitados para un cuarto mandato”, sentenció.

Por su parte, Carlos Mesa, el candidato que perdió las cuestionadas elecciones con Morales el 20 de octubre, anunció ayer que su partido, Comunidad Ciudadana (CC), participará en las próximas elecciones generales y pidió al gobierno transitorio de Áñez definir los plazos en el tiempo “más corto posible”. En una declaración a los medios de prensa, Mesa dijo que, a su juicio, su sector político y su candidatura fueron las “directas víctimas de este robo, delito y golpe de Estado propiciado por Evo Morales y ratificado por el secretario general de la OEA”, Luis Almagro. Por eso consideró impostergable una nueva votación.

Por otra parte, desconociendo la autoridad de la nueva mandataria, en la madrugada del miércoles los diputados del MAS se reunieron en el Parlamento y eligieron a Sergio Choque nuevo presidente de la Cámara de Diputados, en reemplazo de Víctor Borda, quien presentó su dimisión tras los ataques sufridos en la ciudad de Potosí, después de la renuncia forzada de Morales el domingo. La cámara alta está conformada por 36 senadores, de los cuales 25 son del MAS, mientras que la baja tiene 130 diputados, 88 de ellos de ese partido; esta conformación permite que en ambas, con su sola presencia se pueda alcanzar los dos tercios necesarios para llegar al cuórum que permite sesionar.

En su discurso de asunción, Choque exigió a las fuerzas de seguridad el fin de la represión. “Hay que decirle al mundo que se están vulnerando los derechos fundamentales, el derecho a la libre expresión, a la vida y a la educación, derechos que han sido vulnerados por este golpe en complicidad con la Policía y las Fuerzas Armadas”, aseguró Choque, quien agregó que lo que se está viendo estos días responde al “estilo de las dictaduras más duras”. “El delito del pueblo es defender la democracia de este país, por eso [los manifestantes que apoyan al ex presidente Evo Morales] son masacrados por la Policía y las Fuerzas Armadas”, afirmó Choque, que a la vez pidió a los sectores movilizados “apaciguarse”, porque “ya no podemos seguir enfrentándonos”.

Los dichos de Choque aludieron, entre otras cosas, a los enfrentamientos que se produjeron en la tarde del miércoles en los alrededores del Parlamento, cuando la dirigente del MAS Adriana Salvatierra, ex presidenta del Senado, que dimitió de su cargo tras la renuncia de Morales, no pudo acceder al edificio y fue agredida por la Policía. Salvatierra afirmó en una conferencia de prensa que ella sigue siendo la presidente del Senado porque su renuncia no fue analizada por la Asamblea Legislativa.

Paralelamente, en el ámbito internacional este jueves volvió a opinar sobre la situación en Bolivia el gobierno ruso, uno de los más fuertes aliados de Morales. En una declaración consignada por el sitio RT, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, dijo que su país “está interesado en una América Latina estable y sostenible política y económicamente, incluyendo Bolivia”. Zajárova recalcó que “Áñez será percibida como dirigente de Bolivia”, aunque únicamente “hasta las elecciones”. La funcionaria especificó que “no se trata de reconocer lo sucedido en Bolivia como un proceso legítimo”, y agregó que “sólo podrá hablarse de poder legítimo en Bolivia después de las elecciones”. “Hemos tomado en consideración los mensajes de que la segunda vicepresidenta del Senado, la señora Áñez, ha asumido las funciones de presidenta interina. Partimos de que una designación y, lo más importante, la legitimidad de un jefe de Estado, debe ceñirse a las normas legislativas de la Constitución del país y servir para unir a la nación y no para dividirla”, concluyó.