El comandante en jefe de la Fuerza Área de Chile (FACh), el general Arturo Merino, y el ministro de Defensa, Alberto Espina reconocieron este jueves durante una conferencia de prensa en la sureña ciudad de Punta Arenas, la muerte de los 38 tripulantes del avión Hércules desaparecido el lunes cuando se trasladaba rumbo a la Antártida. “Cuando mueren 38 compatriotas, lo menos que uno puede hacer es encontrar la verdad; eso hay que hacerlo contra viento y marea”, comentó Espina, según informó El Mercurio. Por su parte, Merino dijo: “Junto a una serie de partes del avión que se siguen encontrando hasta ahora, se han hallado restos de seres humanos, lo que es muy probable que sean parte de quienes viajaban en el avión C-130 siniestrado. Los peritajes forenses posteriores permitirán establecer su identificación”. El jerarca castrense agregó: “La condición de los restos encontrados del avión hacen prácticamente imposible que existan sobrevivientes a este accidente aéreo. Lo anterior ha sido lógicamente un tremendo golpe y dolor emocional para las familias de los tripulantes y pasajeros del avión C-130, quienes están siendo apoyados por efectivos y especialistas de nuestra institución”.

A bordo del avión Hércules que se dirigía a la base Eduardo Frei Montalva, situada en el territorio antártico chileno, viajaban tres civiles, tres efectivos del Ejército y 32 miembros de la FACh. Espina agradeció a “los países amigos que nos han ayudado en esta búsqueda”. Respecto de la investigación sobre la causa de la tragedia, el secretario de Estado sostuvo: “Cuando mueren 38 compatriotas colaborar no es un favor: es un deber”. Agregó que se emprenderán todas las indagaciones pertinentes para saber qué pasó, “porque los familiares y el país se merecen saber exactamente qué fue lo que ocurrió”.