En Washington, la capital estadounidense, se producirá hoy la reunión entre el canciller brasileño, Ernesto Araújo, y su par turco, Mevlüt Cavasoglu. El encuentro se producirá a instancias del gobierno de Turquía, que la semana pasada, junto a otros países de mayoría islámica –Malasia, Indonesia, Jordania y Palestina– pidieron al gobierno de Jair Bolsonaro que explique su posición acerca del posible cambio de su embajada en Israel, desde Tel Aviv a Jerusalén.

Según informó Folha de São Paulo, Araújo intentará explicar que el cambio de sede aún es una hipótesis y que se enmarca dentro de una mejoría de las relaciones entre Brasil e Israel, pero que no pretende alterar sus relaciones con las naciones de mayorías musulmanas. La tarea de Araújo no será sencilla, ya que durante su campaña Bolsonaro afirmó que el cambio de sede en la embajada se realizará, y no en vano el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, fue una de las figuras más prominentes de la política internacional que se presentó en la asunción del nuevo mandatario, el 1º de enero.

La promesa de Bolsonaro de cambiar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén también generó una gran inquietud entre los exportadores de carne brasileños, ya que son los principales proveedores mundiales de cortes avícolas y bovinos halal –aquellos aptos para el consumo de acuerdo a la ley islámica– a muchos países árabes y a otros con numerosa población musulmana, como es el caso de Turquía. La preocupación del poderoso lobby cárnico llegó hasta Brasilia, ya que la Liga Árabe realizó advertencias sobre las consecuencias que podría tener en el comercio el cambio de la sede diplomática brasileña en Israel.

Más allá de la reunión de hoy, la cancillería brasileña está buscando concretar otros encuentros entre Araújo con representantes de países árabes y de entidades de comercio bilaterales en las próximas semanas para intentar apaciguar las inquietudes.