Las autoridades estadounidenses arrestaron en un suburbio de Washington a un teniente de la Guardia Costera, identificado como Christopher Paul Hasson, que planeaba un ataque terrorista contra políticos demócratas y periodistas. Los investigadores revelaron los detalles del caso ayer, si bien el hombre fue detenido el viernes. Los fiscales a cargo explicaron que inicialmente el arresto se dispuso “por posesión de armas y drogas”, pero que eso sólo fue “la punta del iceberg”.

Los documentos encontrados en la casa de Hasson revelaron que el teniente, de 49 años, se definía como “nacionalista blanco” y “pretendía asesinar a civiles a una escala raramente vista” en el país. Abogaba por el uso de “violencia focalizada” para establecer una “patria blanca” en Estados Unidos. Por eso, los fiscales lo describieron en la acusación escrita como un “terrorista doméstico”, según informó el diario The Washington Post, que tuvo acceso a los documentos judiciales.

Entre los objetivos de Hasson se encontraban la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi; el líder de la bancada demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y la congresista de izquierda Alexandria Ocasio-Cortez. La lista también incluía a algunos de los candidatos demócratas para las elecciones presidenciales de 2020 –como los senadores Kirsten Gillibrand, Elizabeth Warren, Cory Booker y Kamala Harris–, varios periodistas y otras personas sin cargos políticos.

Los investigadores revelaron que Hasson estaba estudiando el manifiesto del ultraderechista noruego Anders Behring Breivik, que en 2011 asesinó a 77 personas en Oslo y que estaba “obsesionado” con la ideología neofascista y neonazi. De hecho, el análisis de su correo electrónico reveló que el teniente soñaba con “matar casi hasta a la última persona sobre la faz de la Tierra”, realizar un “ataque biológico” e impulsar una “campaña de bombas/francotirador”.

La Policía encontró en el sótano de la casa de Hasson un arsenal que incluía 15 armas de fuego –entre ellas varios rifles– y más de 1.000 rondas de munición. También hallaron 30 botellas de lo que parecía ser una hormona del crecimiento humano y 4.200 pastillas del analgésico opioide Tramadol. Las autoridades sospechan que con esto se proponía imitar a Breivik, que reconoció que había tomado esteroides y narcóticos porque pensaba que aumentarían sus habilidades para realizar ataques.

Hasson trabajaba desde 2016 como teniente de la Guardia Costera de Estados Unidos. Durante la década anterior también sirvió en el Cuerpo de Marines y la Guardia Nacional. El hombre compareció ayer ante un juez, que determinará si permanece o no en prisión mientras espera el inicio del juicio.