“Deben entender el imperio y sus lacayos que en Venezuela reina la autodeterminación de nuestro pueblo. Los problemas los resolveremos en unión nacional, con el gobierno bolivariano que presido. ¡Juntos por Venezuela!”, escribió ayer en su cuenta de Twitter el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

El gobernante salió fortalecido luego de lo ocurrido el fin de semana. El autoproclamado presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, había dicho que la ayuda humanitaria iba a ingresar “sí o sí” al país desde Colombia y Brasil, pero esto finalmente no sucedió, lo que debilitó su posición y alejó la idea de una intervención militar en Venezuela.

De todas maneras, la crisis está lejos de resolverse. Durante una entrevista con Democracy Now en Nueva York, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, dijo que las únicas intenciones del gobierno de Estados Unidos son apropiarse del petróleo de Venezuela y de sus recursos naturales. “No vamos a permitir una intervención; somos los venezolanos quienes resolveremos nuestros problemas”, sentenció.

Paralelamente, en Bogotá, la capital colombiana, se reunió ayer el Grupo de Lima, creado por 15 países americanos en 2017 para tratar la situación política de Venezuela. Antes de la reunión de todos los representantes, el presidente colombiano, Iván Duque, se reunió con Guaidó y con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, para analizar la situación actual. Luego del encuentro, Guaidó dijo en su cuenta de Twitter: “Ahora mismo hay millones de venezolanos en peligro de muerte. Soy presidente interino de un país que muere de hambre y está secuestrado por criminales. Es momento de escalar la preocupación y considerar los niveles más altos de presión y acción”.

Guaidó está en Colombia desde hace varios días, y no está claro cómo se dará su regreso a Venezuela. El dirigente salió de manera ilegal del país (ayudado por algunos militares venezolanos, según él mismo dijo) y eventualmente podría ser detenido al volver.

Ayer, en Bogotá, Pence anunció públicamente nuevas y mayores sanciones económicas y diplomáticas contra funcionarios del gobierno de Maduro. “Ha llegado la hora, y para respaldarlos en estos esfuerzos [a los países del Grupo de Lima], por instrucciones del presidente Donald Trump, a partir de hoy Estados Unidos impondrá sanciones adicionales sobre funcionarios” de Maduro, y también contra cuatro gobernadores de estados vecinos de Colombia que están alineados con el gobierno, dijo el vicepresidente estadounidense.

Pence afirmó que esos funcionarios bloquearon la entrada de la ayuda humanitaria al país. Ellos, agregó, frenaron “manifestaciones pacíficas” mientras “el tirano [Maduro] bailaba en Caracas”.

Pence añadió que la Administración Trump impondrá pronto “mayores sanciones sobre las redes financieras del régimen” y anunció que seguirá trabajando “para encontrar hasta el último de los dólares que han robado” y para “devolver ese dinero al pueblo venezolano”.

Guerra de medios

Guaidó tuiteó ayer: “Quiero agradecer a todos los periodistas dentro y fuera de Venezuela, por ser la voz de millones de venezolanos al informar lo que ocurre en nuestro país, por estar del lado de quienes necesitan ser escuchados frente a la censura a los medios nacionales y la desinformación”.

A su vez, el vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo de Venezuela, Jorge Rodríguez, expresó la posición del gobierno de Maduro el domingo, en una conferencia de prensa. Acusó a militantes opositores de incendiar, el sábado, dos camiones cargados con alimentos y medicinas que eran parte del primer lote de ayuda humanitaria que los opositores pretendían ingresar desde Colombia. “Hay algunos indicios de que en esos camiones no había nada, porque ya estaban predestinados para ser quemados [...], los que están sobre los camiones son los mismos que después los quemaron”, afirmó.

Mientras la tensión entre las partes enfrentadas continúa, desde fuera de Venezuela también comenzaron a surgir mensajes intentando reducir la crispación. En ese sentido, el presidente boliviano, Evo Morales, tuiteó ayer: “Hermanos presidentes del Grupo de Lima: respetando nuestras diferencias políticas y como líderes democráticamente electos les pido, con mucho respeto, que busquen una solución mediante el diálogo como opción para salvar vidas y evitar la guerra”.

En una línea similar se expresó la Unión Europea (UE), que marcó una posición distinta de la del presidente estadounidense, Donald Trump, y rechazó la posibilidad de una intervención militar. Al respecto, el canciller de España, Josep Borrell, expresó que “no todas las posiciones están sobre la mesa”, y agregó: “Hemos advertido claramente que no apoyaríamos y [que] condenaríamos firmemente cualquier intervención militar extranjera, que esperamos que no se produzca”.

Por su parte, la portavoz de la UE para las Relaciones Exteriores, la eslovena Maja Kocijancic, dijo ayer durante una rueda de prensa que ya “se ha establecido la posición de la UE en este contexto” y “es muy clara: hay que evitar la intervención militar”.

Entretanto, la alta representante de la UE para la Política Exterior, la italiana Federica Mogherini, había dicho el domingo: “Necesitamos una solución pacífica, política y democrática a lo que vive Venezuela. Esto excluye la violencia”.