El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, se presentó ayer ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la ciudad suiza de Ginebra. Allí denunció que Estados Unidos amenaza a su país con una intervención militar y mantiene una conducta injerencista en los asuntos venezolanos. Arreaza pidió a la ONU que se pronuncie sobre esa injerencia y, al mismo tiempo, volvió a llamar a la oposición venezolana al diálogo. “El presidente Nicolás Maduro ha sido reiterativo en llamar a diálogo entre las partes, pero ellos [los opositores] no han querido porque tienen instrucciones de no hacerlo desde gobiernos extranjeros”, dijo el canciller.

A continuación, Arreaza instó a que Maduro y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantengan una reunión para “tratar de encontrar terreno común” y hablar sobre sus diferencias. Pero esta posibilidad ha sido descartada por el gobierno estadounidense, que se mantiene firme en su postura de que la única posibilidad de diálogo implica la salida de Maduro de la presidencia venezolana.

La declaración de Arreaza se dio en medio del desplante de decenas de diplomáticos –entre ellos representantes de los países del Grupo de Lima y la Unión Europea–, quienes se pararon y se retiraron durante su discurso. Se trata de países que reconocen al autoproclamado presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó y exigen la salida de Maduro del cargo.

Antes de que Arreaza diera su discurso, un representante del presidente colombiano, Iván Duque, solicitó ante el organismo internacional que se lleven adelante acciones para terminar con la crisis humanitaria en Venezuela. “La acción y la solidaridad deben basarse en el rechazo total de la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela”, dijo Francisco Barbosa, consejero de Derechos Humanos del gobierno de Colombia. “Lo que se necesita son acciones que promuevan la transición y la celebración de elecciones libres y transparentes con monitorización internacional, para garantizar lo antes posible el establecimiento de la democracia en Venezuela”, agregó.

Por otra parte, hoy se someterá a votación en el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución que llama a celebrar elecciones presidenciales “libres, justas y creíbles” en Venezuela. El texto también respalda que se permita el acceso a la ayuda humanitaria al país, según fuentes diplomáticas citadas por la agencia AFP.

Además, el proyecto de resolución denuncia “la violencia y el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad venezolanas contra manifestantes pacíficos y desarmados” durante el fin de semana, en las fronteras con Brasil y Colombia. Si bien Estados Unidos presentará formalmente este proyecto, se prevé que no será aprobado porque Rusia, que tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad, es uno de los principales apoyos internacionales con los que cuenta el gobierno de Maduro.

A propósito de este respaldo, el canciller venezolano informó que mañana el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, mantendrán una reunión en la que tratarán sobre la cooperación bilateral y las medidas tendientes a impedir una agresión externa en Venezuela.