El ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Jorge Rodríguez, anunció que el viernes y el sábado que el gobierno venezolano organizará un concierto con las consignas “Para la guerra nada” y “Manos fuera de Venezuela”. El recital está previsto en las inmediaciones del puente Internacional Simón Bolívar, que une Venezuela con Colombia. Participarán en este concierto numerosos artistas nacionales e internacionales, dijo el ministro, sin dar más datos.

Rodríguez anunció también que se desarrollará, de manera paralela, una jornada extraordinaria de atención médica gratuita para ciudadanos colombianos y venezolanos que contará con atención de pediatras, internistas, gastroenterólogos y otros especialistas. También se entregarán 20.000 cajas de alimentos a ciudadanos de los dos países.

Rodríguez dijo que “pareciera que nadie atiende al pueblo de Colombia, específicamente a los pueblos fronterizos de Colombia”, que “nadie atiende al pueblo de [la ciudad de] Cúcuta”. El ministro agregó que 40% de los habitantes de esa ciudad colombiana, “casi 300.000 cucuteños y cucuteñas están en una situación de pobreza”, que “10% está en una situación de pobreza extrema”, y que hay “casi 20.000 niños trabajando en la calle”.

El recital anunciado por el gobierno de Maduro coincidirá con una jornada de movilización convocada por el autoproclamado presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó –también en la zona fronteriza con Colombia–. El opositor convocó esta manifestación para exigir el ingreso de la ayuda humanitaria proveniente de Estados Unidos y otros países que se está acopiando desde hace varios días en Cúcuta.

Al respecto, el fin de semana Guaidó dio un ultimátum a las fuerzas armadas venezolanas para que desoigan las órdenes de Maduro y cooperen en la entrada y distribución de la ayuda humanitaria. En la misma línea se manifestó el senador estadounidense republicano Marco Rubio, que el domingo llegó a Cúcuta y pidió a la Guardia Nacional Bolivariana que “tome la decisión correcta” y permita el ingreso a Venezuela de la ayuda humanitaria proveniente de Estados Unidos. El político de origen cubano dijo además que no quiere una intervención militar en Venezuela, sino que la solución a la crisis política que vive el país “es una elección libre y democrática”.

La fricción en aumento entre el oficialismo y la oposición venezolana también se reflejó ayer en la decisión del gobierno de rechazar el ingreso al país de una delegación de diputados del Parlamento Europeo que había sido invitada a Caracas por Juan Guaidó y que pretendía reunirse con él. El dirigente opositor cuenta con el reconocimiento como presidente encargado de Venezuela por parte de unos 50 países, varios de ellos pertenecientes a la Unión Europea (UE).

Los cancilleres de España, Josep Borrell, y de Francia, Jean-Yves Le Drian, condenaron la decisión del gobierno de Nicolás Maduro de expulsar de Venezuela a este grupo de legisladores europeos. “Naturalmente nosotros hubiéramos deseado que entraran y condenamos la actitud del gobierno de Venezuela, del señor Maduro, gobierno que como saben está puesto en cuestión”, dijo Borrell a la prensa a su llegada a un consejo de ministros de Relaciones Exteriores de la UE.

Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, también denunció ayer la expulsión de los eurodiputados y pidió al Consejo de la Unión Europea que adopte medidas en respuesta. “El régimen de Maduro impide que los eurodiputados hagan su trabajo al expulsarlos. Una prueba más de que es un dictador. Espero que el Consejo Europeo responda con medidas acordes con este nuevo atropello”, dijo Tajani en su cuenta en Twitter.

Las declaraciones de los jerarcas europeos tuvieron una rápida respuesta por parte del canciller venezolano, Jorge Arreaza. “Por vías oficiales diplomáticas, las autoridades del gobierno bolivariano de Venezuela le notificaron hace varios días al grupo de eurodiputados que pretendía visitar el país con fines conspirativos que no serían admitidos, y se les instó a desistir y evitar así otra provocación”, afirmó Arreaza. El ministro agregó: “El gobierno constitucional de la República Bolivariana de Venezuela no permitirá que la extrema derecha europea perturbe la paz y estabilidad del país con otra de sus groseras acciones injerencistas. ¡Venezuela se respeta!”.

Desde Miami

Guaidó intervino ayer por videoconferencia en un acto en la Universidad Internacional de Florida, en Miami, donde después daría un discurso el presidente estadounidense, Donald Trump. Ante integrantes de la comunidad venezolana en Florida, Guaidó agradeció el apoyo de Washington y afirmó: “Debemos aprovechar este momento. El momento es ahora. Venezuela será un país libre y amigo de la región”.

A su vez, en su discurso, Trump le ratificó su respaldo a Guaidó y calificó a Maduro de una “marioneta de Cuba”. Insistió en que “Cuba es quien controla Venezuela, no Maduro”, y afirmó que se acerca el día en que todo el continente será “libre por primera vez en la historia” de las “tiranías”.

Trump se refirió a la pobreza y la emigración de los venezolanos y agregó: “El socialismo no respeta a los pobres, por eso trabajamos juntos para controlar el desastre”. A continuación dirigió su discurso a la cúpula militar venezolana y llamó a sus integrantes a que permitan el ingreso de ayuda humanitaria aunque reciban órdenes de no dejarla pasar

El gobernante estadounidense advirtió una vez más: “Buscamos una transición pacífica en el poder, pero todas las opciones están abiertas”.