El Ministerio de Defensa de República Dominicana informó que reforzará los operativos de control en la franja fronteriza con Haití, donde se registran multitudinarias movilizaciones y protestas en las calles desde el jueves, con motivo de la declaración de urgencia económica que hizo el gobierno el martes 5. Las manifestaciones, que han dejado un saldo de siete muertos hasta el momento, también responden a supuestas irregularidades en el manejo de fondos del programa Petrocaribe, la alianza petrolera que mantiene el gobierno haitiano con Venezuela.

El Ejército dominicano explicó en un comunicado que el objetivo de este operativo es “contrarrestar cualquier tipo de incidente producto de la situación social que se vive en la vecina República de Haití”. Por instrucciones del ministro de Defensa, Rubén Paulino Sem, el comandante general Gonell Regalado ordenó el traslado de unidades pertenecientes a los Cazadores y los Comandados, “a fin de mantener vigilada y segura toda la frontera dominicana” en las provincias Pedernales, Jimaní, Elías Piñas y Dajabón. Gonell Regalado sostuvo que las Fuerzas Especiales se unirán a las tropas que prestan servicios en la línea limítrofe en las diferentes brigadas de Infantería y la fuerza de tarea Cerco Fronterizo. Con el envío de estas unidades, el Ejército garantiza que “la frontera estará segura, vigilada y bajo el estricto control de las autoridades”.

La crisis socioeconómica en Haití se agravó este año como consecuencia de una fuerte depreciación de la moneda oficial, el gourde, a lo que se sumó una crisis en el suministro de energía eléctrica, derivada de la escasez de combustible, lo que en muchas zonas del país causó largos cortes de luz. El país tampoco ha logrado aprobar su presupuesto para este año, de 1.650 millones de dólares, que fue rechazado el mes pasado por la Cámara de Diputados.

Ante este panorama, el presidente Jovenel Moïse llamó a la oposición a dialogar para buscar soluciones, pero los dirigentes opositores renovaron la convocatoria a movilizarse, enfrentando la condena de la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y embajadores de Alemania, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Francia y la Unión Europea.