Las dificultades a las que se enfrenta el gobierno español para lograr mañana en el Congreso la aprobación de su presupuesto para 2019 desató en las últimas horas especulaciones sobre la posibilidad de una convocatoria a elecciones generales anticipadas. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, no cuenta con mayoría parlamentaria y aunque tiene el respaldo del izquierdista Podemos, necesita de los votos de los partidos independentistas catalanes, Partido Demócrata Europeo Catalán y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), para que su propuesta de presupuesto sea aprobada.

El probable respaldo catalán cayó el viernes, cuando la vicepresidenta del gobierno español, Carmen Calvo, anunció la ruptura de las negociaciones iniciadas en diciembre con esas dos formaciones. Los independentistas anunciaron entonces que presentarían enmiendas a la totalidad del presupuesto, algo que si se pone en práctica mañana hará fracasar la propuesta del gobierno y, por ende, comprometerá la estabilidad de la legislatura. Es muy probable que las formaciones de derecha Partido Popular (PP) y Ciudadanos apoyen las enmiendas ya que, como mostraron el domingo en las calles de Madrid, quieren que Sánchez renuncie y convoque elecciones generales.

En caso de que el presupuesto no obtenga la luz verde del Congreso pueden plantearse varios escenarios. Fuentes del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) consultadas por los diarios El País y Público apuntan a que Sánchez podría convocar elecciones anticipadas el 26 de mayo, el mismo día en que se celebran en el país las municipales y autonómicas, así como las europeas. En tanto, la agencia de noticias Efe señaló que otra opción es el 14 de abril, justamente para separar las elecciones generales del resto de los comicios ya fijados. Esta última opción empezó a ganar fuerza ayer. Si se cristalizara, el gobierno de Sánchez debería disolver las cortes y convocar las elecciones el martes 19, para cumplir con el plazo de 54 días que establece la ley.

Sin embargo, la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, se apresuró a aclarar que “no hay ningún miembro de la dirección del PSOE que esté hablando del 14 de abril para elecciones generales”. En una conferencia de prensa la vocera admitió ayer que “si no hay un acuerdo en los presupuestos la legislatura será más corta”, pero dijo que en ese caso sería competencia de Sánchez definir los pasos a seguir. Hasta ayer el gobierno no descartaba por completo que los independentistas catalanes reconsideraran su posición.

Podemos, el único partido que pactó el presupuesto con el gobierno, también seguía confiando en que los partidos independentistas catalanes rectificaran su postura. “Aún hay tiempo para llegar a acuerdos, seguiremos trabajando, pero debemos ser realistas”, escribió el secretario general, Pablo Iglesias, ayer en Twitter. Agregó que, en caso de que haya elecciones anticipadas, su formación “saldrá a ganar”.

Sánchez no se refirió ayer a los rumores sobre la fecha de las elecciones, pero criticó a los partidos independentistas catalanes y a “las derechas” por bloquear el presupuesto. En respuesta, el presidente catalán, Joaquim Torra, se mostró dispuesto a volver a sentarse a la mesa de conversaciones si se cumplen tres requisitos mínimos: que el gobierno reconozca el derecho a la autodeterminación de Cataluña, que acepte la figura de un relator o mediador internacional y que no haga detenciones “arbitrarias” a dirigentes independentistas. “No podemos renunciar a lo que somos. No volveremos a negociar los presupuestos si en el papel no está el derecho a la autodeterminación”, aseguró el jefe de la Generalitat en una entrevista a Catalunya Ràdio. Pero el gobierno de Sánchez fue muy claro en la negativa al derecho a la autodeterminación.

Representantes de las formaciones independentistas coincidieron en que la hipótesis del adelanto electoral no les da “miedo”, como dijo ayer la portavoz de ERC, Marta Vilalta. En una línea similar, el presidente del Partido Demócrata Europeo Catalán, David Bonvehí, aseguró que sólo apoyará a Sánchez si acepta “hablar” sobre la autodeterminación de los catalanes. “Si Pedro Sánchez no quiere abordar la situación política en Cataluña no puede hacer otra cosa que, bajo su competencia, convocar elecciones. Sentimos la presión de la gente que nos ha votado en Cataluña y que quiere un referéndum”, agregó.

Los partidos de derecha también reaccionaron. La vicesecretaria de Comunicación del PP, Marta González, afirmó ayer que proponer elecciones anticipadas el 14 de abril es un “ultimátum a la desesperada” de Sánchez para que los independentistas retiren la enmienda, aunque aseguró que su formación “estaría encantada de que las elecciones se hagan cuanto antes”.

Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, convocó una nueva manifestación contra Sánchez este domingo, esta vez en Barcelona.