La tumba del filósofo y economista alemán Karl Marx, emplazada en el cementerio de Highgate, en Londres, fue vandalizada en un ataque perpetrado seguramente en la noche del lunes y denunciado ayer por las autoridades de la necrópolis. El presunto vándalo dañó una placa de mármol que se tomó de la lápida original de 1883, año en el que falleció Marx, y que se incorporó al mausoleo en 1954. Junto al filósofo está enterrada su mujer, Jenny von Westphalen, escritora y pensadora prusiana que falleció en la capital inglesa en 1881, y a otros miembros de su familia.

De acuerdo con las imágenes del memorial ubicado en el cementerio londinense –que atrae a decenas de miles de visitantes cada año– se muestran daños que parecen haber sido causados por un martillo a las letras del nombre de Marx y el mármol en el que está montado. Ian Dungavell, director ejecutivo de Friends of Highgate Cemetery Trust, calificó el ataque de “espantoso” y “una forma particularmente inarticulada de realizar una crítica política”, y advirtió que la tumba quedaría marcada de forma permanente. En declaraciones al diario inglés The Guardian, Dungavell dijo que ninguna otra tumba en el cementerio había sido dañada en el ataque. “Estamos convencidos de que fue un objetivo deliberado contra Karl Marx. No fue aleatorio. Puedes ver en la fotografía que la persona realmente ha hecho todo lo posible para borrar el nombre de Karl Marx”, agregó Dungavell, quien djo que se trató una acción “particularmente egoísta”. “A pesar de lo que piensen los demás sobre la filosofía de Marx, creo que es algo atroz. A nivel humano, esta es una tumba de su esposa, su propia tumba y de otros miembros de su familia”, concluyó Dungavell.

La Policía inglesa aún no ha detenido a ninguna persona sospechosa de haber perpretrado el ataque. “Las investigaciones iniciales se han completado, y en esta fase la investigación ha sido cerrada. Si sale a la luz cualquier otra información, se investigará de la forma apropiada”, indicó un portavoz de Scotland Yard. No es la primera vez que la tumba de Marx fue vandalizada. Anteriormente había sido grafiteada y en 1970 una bomba de fabricación casera destruyó parte del busto instalado sobre la tumba del pensador germano, que vivió los últimos 30 años de su vida en Londres.

El monumento que homenajea al padre del comunismo es propiedad de la Fundación Tumba de Marx, la institución que decidirá si se restaura o no la placa dañada.