El senador estadounidense Bernie Sanders inauguró el sábado su campaña para las elecciones primarias del Partido Demócrata en un acto en el que ahondó en su vida personal, atacó al presidente Donald Trump y llamó a unirse a una “revolución política que va a transformar Estados Unidos”.

Ante las cerca de 13.000 personas que se aglutinaron en la Universidad de Brooklyn para escucharlo, Sanders dijo que la ciudadanía “merece conocer” sus raíces porque “la historia familiar, obviamente, tiene una gran influencia en los valores” que las personas desarrollan en la adultez. Aprovechó para comparar esa historia con la de Trump, que se presenta a la reelección. “Mi experiencia como un niño que vivió en una familia que luchó económicamente influyó mucho en mi vida y mis valores”, dijo Sanders. “Sé de dónde vengo, y eso es algo que nunca olvidaré. A diferencia de Donald Trump, que cerró el gobierno y dejó a 800.000 empleados públicos sin ingresos para pagar las facturas, sé cómo es estar en una familia que vive cheque a cheque”, agregó el senador, en referencia al último cierre temporal de la administración.

El candidato progresista, de 77 años, dijo que la campaña que lidera “no sólo va a ganar las primarias” y a derrotar a Trump –a quien describió como “la persona más peligrosa en la historia moderna de Estados Unidos”–. También, aseguró, “transformará el país y creará una economía y un gobierno para todos, no sólo para 1%” de la población.

Sanders renovó además sus promesas electorales, entre las que se destacan la cobertura médica universal, impuestos para las grandes corporaciones, aumento del salario mínimo, ayuda a los inmigrantes, más inversión en la educación pública y la reducción de los gastos militares.

Sanders mantuvo las mismas propuestas que planteó en 2016 pero introdujo cambios en su equipo de campaña. Según medios estadounidenses como The Washington Post o CNN, el actual senador tiene un nuevo gerente de campaña y el equipo es más diverso, ya no tan blanco y masculino como en las elecciones anteriores.