Anoche todavía se desconocía la cantidad de personas que murieron como consecuencia del ciclón tropical Idai, un fenómeno climático que comenzó la semana pasada, pasó por Madagascar antes de cobrar fuerza, y afectó mayormente a Mozambique. También causó daños en otros dos países del sureste de África, Zimbabue y Malaui.
El ciclón Idai alcanzó ráfagas de 194 kilómetros por hora y afectó directamente a más de dos millones y medio de personas. Hasta ayer, las cifras oficiales daban cuenta de la muerte de 200 personas, pero según declaró el presidente de Mozambique, Filipe Nyussi, los fallecidos en su país pueden llegar superar el millar. A su vez, en Zimbabue, de acuerdo con el presidente Emmerson Mnangagwa, se estima que murieron 350 personas como consecuencia del ciclón, la mayoría de ellas en el distrito de Chimanimani, situado en la frontera con Mozambique. “Si se confirman las informaciones del presidente Nyussi y otras que manejan agencias internacionales en cuanto a la cifra de muertos, el pasaje de Idai será uno de los peores desastres climáticos de la historia en el hemisferio sur”, le dijo a la BBC Clare Nullis, que se desempeña en la agencia meteorológica de la Organización de las Naciones Unidas.
El ciclón se originó a partir de una depresión tropical que se formó frente a la costa oriental de Mozambique, en el océano Índico, y que tocó tierra el jueves, lo que causó vientos intensos, lluvia e inundaciones. La localidad más afectada por el fenómeno fue la ciudad mozambiqueña de Beira, que tiene una población de aproximadamente 500.000 personas y es la segunda del país después de la capital, Maputo.
Ayer el gobierno de Mozambique decretó un día de luto, y situación de emergencia nacional hasta el viernes. Mientras tanto, los equipos de rescate locales e internacionales siguen trabajando e intentan salvar con botes y helicópteros a miles de personas que se subieron a árboles y techos.
Aunque pasaron varios días, las inundaciones no disminuyen. Por el contrario, las fuertes lluvias continúan cayendo en la región, y se pronostica que las inundaciones aumentarán en los próximos días. Esto implica que la vida de más personas se pondrá en riesgo, según consignaron agencias internacionales.
La ayuda externa solicitada por el gobierno de Mozambique continúa llegando al país. Ayer la fuerza aérea sudafricana y la marina india llegaron a la devastada ciudad de Beira y están apoyando al Instituto Nacional de Gestión de Desastres de Mozambique (INGC) con misiones de búsqueda y rescate.
Uno de los factores que dificultaron las tareas de socorro fue que el aeropuerto de Beira sufrió graves daños por el ciclón. El fin de semana comenzó a funcionar nuevamente y empezó a recibir ayuda proveniente desde Maputo, donde se están concentrando los equipos de ayuda.
Debido a la escasez de barcos para emprender las tareas de búsqueda y rescate todavía no se han evaluado algunas de las áreas afectadas, entre ellas las que están junto a la costa de Beira. Algunos trabajadores humanitarios estimaron que más de 600.000 personas requieren asistencia inmediata. Señalaron también la necesidad de móviles para el traslado de heridos, informó el diario The Guardian. Los rescatistas aún no lograron llegar hasta ciertas áreas afectadas por las inundaciones, porque muchos puentes y caminos están cerrados. Además, en varias regiones no hay electricidad, así que muchas comunicaciones y aeropuertos no están funcionando, lo que también dificulta las tareas de ayuda y evacuación.
Matthew Cochrane, portavoz de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, dijo que en varias zonas las inundaciones son de más de seis metros y que el agua ha cubierto techos, palmeras y también postes de líneas de teléfono y electricidad.
Por su parte, la Unión Africana (UA) anunció ayer la transferencia de 350.000 dólares de un fondo de emergencia común a los tres países afectados por el ciclón. El presidente de la Comisión de la UA, el chadiano Moussa Faki Mahamat, también anunció el envío inmediato de una Misión de Evaluación de Alto Nivel, y agradeció a los países vecinos y socios de la entidad que ya han prestado asistencia a los países afectados. Mahamat hizo un llamado a todos los “estados miembros de la UA y a la comunidad internacional en general para que aceleren su apoyo con el fin de abordar con eficacia los desafíos de respuesta inmediata”.