Un tribunal internacional condenó ayer a cadena perpetua al ex líder serbobosnio Radovan Karadzic, una década después de que comenzara el juicio en su contra por los crímenes que cometió durante la Guerra de Bosnia (1992-1995). En 2016 Karadzic fue condenado a 40 años de prisión por la masacre de Srebrenica, en la que las fuerzas separatistas serbias asesinaron a más de 8.000 musulmanes. También fue declarado culpable de liderar una campaña de limpieza étnica contra croatas y musulmanes y de haber orquestado el sitio de Sarajevo, en el que murieron más de 10.000 civiles a manos de las tropas serbobosnias.

Los abogados que defienden a las víctimas de esas matanzas apelaron ese fallo y la sentencia fue revisada por el Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales, un tribunal creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Ayer, los cinco jueces que integran esa corte elevaron la condena de Karadzic a la mayor posible en los tribunales internacionales de La Haya y dictaminaron que la sentencia impuesta hace tres años fue demasiado leve, dada la “escala y crueldad sistemática” de los delitos en cuestión.

En la apelación, la defensa había solicitado una sentencia de cadena perpetua y una segunda condena por genocidio por su papel en una política destinada a atacar en varias ciudades bosnias a quienes no fueran serbios. Los jueces rechazaron la solicitud de imponer una segunda condena por genocidio, pero confirmaron la condena de Karadzic por cuatro crímenes de guerra –asesinato, terror, ataques ilegales a civiles y toma de rehenes– y delitos de lesa humanidad –persecución, exterminio, asesinato, deportación y actos inhumanos–.

La sentencia es inapelable. Sin embargo, el abogado del líder serbobosnio, Peter Robinson, dijo que su cliente “está decidido a hacer todo lo posible para darle la vuelta al veredicto”. La única opción legal que le queda a Karadzic es “presentar nuevos hechos que permitan revisar la decisión”, dijo Robinson después de la lectura de la sentencia. Pero reconoció que es una alternativa “que pocas veces se ha dado”.

Por medio de su abogado, Karadzic pidió a sus seguidores que “no reaccionen con violencia” a la condena. “Dijo que la política se ha impuesto a la justicia y considera que la sentencia ha blanqueado un juicio injusto”, transmitió Robinson a los medios locales después de la lectura del veredicto. El abogado consideró que el hecho de que el juicio haya durado diez años “confirma que no había justicia posible”, y agregó: “Él dijo que el precio de una república de Srpska independiente es perder su libertad, pero está preparado para asumir ese costo”.

Sobrevivientes de la guerra de los Balcanes y familiares de las víctimas comenzaron a aplaudir después de que el juez que preside el tribunal, Vagn Joensen, terminó de leer el fallo. Más tarde, la presidenta de la asociación Madres de Srebrenica y Zepa, Munira Subasic, le dio la bienvenida a esta decisión judicial y pidió al tribunal que “termine su misión” con la condena a cadena perpetua también a Ratko Mladic, el ex comandante militar serbobosnio que dirigía a las tropas que cometieron la matanza de Srebrenica.

En cambio, la decisión fue repudiada por el presidente del Parlamento de Bosnia-Herzegovina, Nedeljko Cubrilovic, quien aseguró que la sentencia tuvo una “motivación política”. El dirigente también acusó al tribunal de “declarar a los serbios y a sus líderes como culpables exclusivos de la guerra civil en Bosnia-Herzegovina” y de “profundizar la brecha entre los pueblos”.

En respuesta, el fiscal general del Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales, Serge Brammertz, dijo en una conferencia de prensa que espera que el veredicto “permita seguir adelante a las sociedades de la antigua Yugoslavia”, y recordó que “el único condenado” es Karadzic, por su “responsabilidad penal”, y no el pueblo serbio.