La Fuerza Naval paquistaní denunció ayer que un submarino indio intentó invadir sus aguas territoriales y acusó a Nueva Delhi de “continuar con sus acciones provocativas” contra Islamabad. La acusación fue hecha después de que a mediados de febrero se desatara la peor escalada militar entre India y Pakistán en tres décadas.
Los militares paquistaníes aseguraron en un comunicado que la Armada “usó sus capacidades especializadas para repeler al submarino, evitando exitosamente que entrara en aguas paquistaníes”. Además, aclararon que no “atacaron” debido a “la política del gobierno de mantener la paz”.
La tensión entre los dos países empezó el 14 de febrero, cuando 42 policías murieron en la Cachemira india por un atentado que fue reivindicado por el grupo terrorista Jaish-e-Mohammed. La semana pasada, India respondió bombardeando un campamento de ese grupo armado en territorio paquistaní. Las autoridades indias dijeron que se trató de una “acción no militar preventiva” y “absolutamente necesaria” debido a la información de que el grupo estaba preparando más ataques.
Islamabad reconoció que las bombas indias cayeron en espacios abiertos y no causaron muertes ni heridas, pero al día siguiente reaccionó a la “intromisión” con el derribo de dos cazas indios y la captura de uno de los pilotos para demostrar su capacidad de autodefensa. El piloto estuvo secuestrado durante dos días y el viernes fue liberado y entregado a India, una acción que Pakistán calificó de un “gesto de paz”. Desde ese día la tensión entre los dos países disminuyó, hasta el ingreso del submarino.
Esta es la segunda vez que Pakistán acusa a India de intentar entrar en sus aguas territoriales con submarinos. El caso anterior ocurrió en 2016.