“¡Qué lección le ha dado el pueblo ecuatoriano a los canallas!”, concluyó Rafael Correa al evaluar en Twitter los primeros resultados de las elecciones municipales del domingo. El ex presidente de Ecuador hizo campaña desde Bélgica, donde vive junto a su familia desde que dejó el gobierno, el 24 de mayo de 2017.

Ese día asumió la presidencia Lenín Moreno, que fue el número dos en el gobierno de Correa hasta que comenzó su mandato y se convirtió en un fuerte crítico de la llamada Revolución Ciudadana. Al giro político que dio Moreno se sumaron en Ecuador sucesivos juicios contra funcionarios de gobiernos anteriores. Uno de esos procesos llevó a la cárcel a Jorge Glas, que había sido vicepresidente de Correa primero y de Moreno después. Otra causa judicial involucra al propio ex presidente en un intento de secuestro de un político opositor, y la jueza a cargo ordenó que Correa sea detenido.

En este contexto, las elecciones del domingo eran una ocasión de poner a prueba el apoyo de los votantes a los dos dirigentes, en particular porque se elegía también al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), un organismo que elige a los funcionarios del sistema de justicia –entre ellos el fiscal general– y de instituciones reguladoras y de contraloría, y que fue motivo de enfrentamientos y críticas mutuas entre oficialistas y correístas.

Tanto Correa como Moreno aspiraban a que sus candidatos fueran mayoría en el CPCCS, integrado por tres hombres, tres mujeres y un representante de pueblos indígenas, afroecuatorianos y residentes en el exterior. Durante la campaña, Correa publicó en Twitter la imagen de una papeleta con las fotos destacadas de los postulantes al consejo a los que apoyaba y el título: “Estos son los candidatos por los que votará Rafael”.

Según los resultados provisorios, dos de esos candidatos apoyados por Correa, Victoria Desintonio y Walter Javier Gómez, fueron electos para integrar el CPCCS. A ellos se suman José Tuárez, un sacerdote que promete defender a la familia; Christian Cruz, un funcionario de la Superintendencia de la Banca que fue cesado por el CPCCS transitorio; Fernanda Rivadeneira, apoyada por el dirigente de derecha Guillermo Lasso; y Sofía Almeida, respaldada por otro líder opositor conservador, Jaime Nebot. Tanto para Lasso como para Nebot, las elecciones del domingo también eran una oportunidad de poner a prueba el respaldo que tienen sus liderazgos. En el consejo, empataron. Por otra parte, en nombre de las minorías fue electa la afroecuatoriana Rosa Chalá, que si bien no se identificaba con ningún partido, fue una candidata crítica con el gobierno de Moreno.

Decenas de miles de candidatos

Esta elección se destacó por superar a todas las anteriores en cantidad de postulantes a los distintos cargos, más de 80.000, y por el número de organizaciones políticas que competían, 278. Esto explicó en alguna medida la demora en publicar los resultados oficiales y la fragmentación de los votos opositores.

En cuanto a la rivalidad entre Moreno y Correa, fue el ex presidente el que salió mejor parado, ya que sus candidatos y su movimiento Fuerza Compromiso Social lograron algunos cargos relevantes y marcaron su presencia en las principales ciudades. Según los datos oficiales parciales, ganaron en las prefecturas de Pichincha, que tiene a Quito como capital, y también en la de Manabí. En Pichincha fue electa Paola Pabón, con 22,16% de los votos, y en Manabí José Leonardo Orlando, con 29,1%. A su vez, Pierina Correa, hermana del ex presidente, quedó en segundo lugar en la provincia de Guayas, donde se presentó como candidata a la prefectura.

Los correístas lograron además buenas votaciones en las elecciones de alcaldes en ciudades grandes como Quito, Durán y Machala, en las que quedaron segundos en votos. En cambio, Alianza País, el partido que lideró Correa y que ahora responde a Moreno, no logró primeros o segundos puestos tan relevantes.

La alcaldía de Guayaquil, una de las principales ciudades, quedó en manos de la socialcristiana Cynthia Viteri, mientras que en la capital, Quito, fue electo el centrista Jorge Yunda, del movimiento Centro Democrático, que durante el gobierno de Correa fue un legislador oficialista. “¡Gracias Ecuador!”, tuiteó después de la elección, desde Bélgica, el ex presidente.