La Cámara Federal porteña ratificó ayer la decisión del juez federal Sebastián Casanello de dictar que por el momento no hay pruebas para considerar responsable a la ex presidenta argentina Cristina Fernández en la causa de lavado de dinero conocida como “la ruta del dinero K”, por la que está detenido el empresario Lázaro Báez. En el mismo fallo, según informó el diario Tiempo Argentino, la sala I del tribunal de apelaciones destacó “la necesidad de profundizar la pesquisa” para determinar si la ex mandataria tuvo algún grado de relación con los delitos por los cuales Báez está preso desde abril de 2016.
El fallo lleva la firma de los jueces Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi. Estos dos integrantes del tribunal se pronunciaron sobre la apelación presentada por la Unidad de Información Financiera y la Oficina Anticorrupción contra el fallo del juez Casanello. Ambos organismos habían impugnado la sentencia en la que Casanello afirmó que “no existe mérito suficiente como para procesar o sobreseer a Cristina Fernández por los hechos por los que fuera intimada”.
Acerca de la apelación, los jueces de la Cámara Federal sostuvieron que “las objeciones de las querellas, que encierran en definitiva un disenso con la cuestión de fondo, se exhiben insuficientes como para justificar una sanción procesal” sobre Fernández.
Los camaristas concluyeron que resta “corroborar la hipótesis” que podría dar cuenta de que Báez actuaba como testaferro de la ex presidenta. Esta idea fue introducida en el expediente de la investigación por el testigo arrepentido Leonardo Fariña, quien sostuvo que, frente a una comunicación de la Embajada de Estados Unidos, Fernández le habría pedido a Báez que fuera más prudente con los movimientos de dinero.