La tensión en la Franja de Gaza aumentó durante la mañana de ayer. Un cohete cayó sobre una casa israelí e hirió a siete personas, incluidas tres menores de edad. En respuesta, el Ejército israelí bombardeó objetivos del movimiento islamista Hamas, en una operación que llegó incluso hasta la ciudad de Gaza. Allí, una bomba destruyó las oficinas del jefe político de esa organización palestina, Ismail Haniye, que ya había sido evacuado.
La aviación de Israel también destruyó “una oficina de la Seguridad Interior de Hamas en el barrio de Rimal”, y un edificio de tres pisos en el barrio de Tzabra que era la sede secreta de las Fuerzas Generales de Seguridad de Hamas, su inteligencia general y su inteligencia militar, según informó en un comunicado el Centro de Operaciones Conjunto de las Facciones Palestinas, que agrupa a las seis principales milicias de ese territorio. En represalia, estas milicias comenzaron a lanzar decenas de cohetes hacia Israel.
Tel Aviv y otras grandes ciudades israelíes ordenaron de inmediato la apertura de los refugios antiaéreos. Sin embargo, unas horas después, Hamas e Israel alcanzaron un alto el fuego con la mediación de Egipto, según confirmó el portavoz del movimiento en Gaza, Fawzi Barhoum. Aun así, los ataques de ayer son los más graves de los últimos cuatro meses. El aumento de la tensión tiene lugar dos semanas antes de unas elecciones en las que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, intentará mantenerse en el poder después de una década en el cargo.
En el marco de la campaña electoral que lidera, Netanyahu se encontraba en Washington cuando se enteró sobre la situación en Gaza y decidió volver a su país un día antes de lo que tenía previsto. En la capital estadounidense, el primer ministro se reunió con el presidente Donald Trump, quien volvió a romper el consenso internacional al firmar un decreto que reconoce oficialmente la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, ocupados por este país desde 1967.
“Esto debería haberse hecho hace muchas décadas”, dijo Trump después de firmar el documento, y justificó la medida: “Los actos agresivos de Irán y de grupos terroristas, incluida [la milicia libanesa] Hezbolá en el sur de Siria, convierten a los Altos del Golán en una plataforma potencial para lanzar ataques a Israel”. El primer ministro israelí afirmó que “el pueblo judío tiene raíces en el Golán desde hace miles de años”, y le dijo a Trump que su país “nunca ha tenido un mejor amigo” que él. “Este es un día verdaderamente histórico”, agregó.
De esta forma, Estados Unidos se convirtió en el primer país en reconocer la soberanía de Israel sobre los estratégicos Altos del Golán, ubicados en la frontera entre Siria, Líbano, Israel y Jordania. La medida de Trump contradice la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU, que después de la guerra de 1967 instó a Israel a retirarse de los territorios ocupados en ese conflicto, incluidos estos.