La organización Abuelas de Plaza de Mayo informó ayer que restituyó la identidad de la nieta 129, que vive en España y tiene 42 años. Se trata de la hija de Carlos Alberto Solsona y Norma Síntora, quienes se conocieron en 1974 cuando militaban en el Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo, informó Abuelas en un comunicado. Un año después se casaron y tuvieron a su primer hijo, Marcos.

A fines de 1976, y ante la “ferocidad de la represión” de la dictadura militar en Argentina, la pareja empezó a planear exiliarse a España. En este país estaba haciendo trámites Solsona cuando el 21 de mayo de 1977 Síntora fue secuestrada, a los 26 años. Estaba embarazada de ocho meses. Desde entonces permanece desaparecida. Abuelas presume que, por la zona en que tuvo lugar el secuestro, pudo haber dado a luz en el centro clandestino de detención de Campo de Mayo. La niña iba a llamarse Soledad.

Carlos Solsona (i), padre de la nieta recuperada, junto a Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo (c), ayer, en Buenos Aires. Foto: Daniel Vides, AFP, Noticias Argentinas

Carlos Solsona (i), padre de la nieta recuperada, junto a Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo (c), ayer, en Buenos Aires. Foto: Daniel Vides, AFP, Noticias Argentinas

Solsona empezó la búsqueda de su hija cuando volvió del exilio. El primer contacto se estableció en 2012, pero la mujer rechazó en repetidas ocasiones la invitación de Abuelas a hacerse un examen de ADN. Recién accedió hace dos semanas, gracias a una intervención del equipo interdisciplinario de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad. El lunes se confirmó la noticia.

“Su papá, su hermano y sus sobrinos la esperan para abrazarla después de 42 años”, dijo ayer la titular de Abuelas, Estela de Carlotto, en una conferencia de prensa que dio junto a Solsona, el hermano mayor de la mujer y uno de sus tíos. Los tres recordaron a Síntora, contaron sobre la búsqueda de la niña nacida en cautiverio y hablaron de las expectativas del reencuentro. “Me pasé miles de noches sin dormir esperando este momento”, dijo el padre de la nieta 129. El comunicado de Abuelas termina con un pedido: “Rompamos el silencio, el tiempo es hoy. Los nietos y nietas ya tienen entre 39 y 45 años. Ayudemos a reparar las heridas que la dictadura nos dejó”.