Joseph Ratzinger, el papa emérito Benedicto XVI, escribió un documento en el que por primera vez analiza algunas de las causas de los abusos sexuales cometidos por integrantes de la iglesia católica contra niños y adolescentes. En el texto, titulado La Iglesia y los abusos sexuales, afirma que la pederastia tuvo su origen durante la revolución sexual de los años 60, período en el cual a su entender hubo un “colapso moral” y “espiritual” que dio lugar a “una nueva sexualidad”, una que “ya no tuviera normas”. Pero va más allá y asegura también que “parte de la fisionomía de la revolución de Mayo del 68 fue que la pedofilia también se diagnosticó como permitida y apropiada”.

Ratzinger no culpa sólo a los cambios en la sociedad. También le atribuye parte de responsabilidad a una “Justicia garantista”, que “garantizó por encima de todo los derechos del acusado” hasta llegar al punto de eximirlo “de todo tipo de condena”.

El papa emérito explica que el ensayo tuvo el visto bueno de la Secretaría de Estado del Vaticano y el propio papa Francisco. “La extensión y la gravedad de los incidentes reportados han desconcertado a sacerdotes y laicos, y han hecho que muchos cuestionen la misma fe de la Iglesia”, reconoce en la introducción. Después del análisis, concluye que la pederastia alcanzó “estas proporciones” ante “la ausencia de Dios”.

El documento tiene 18 páginas, está dividido en tres partes y se publicará en la revista bávara mensual Klerusblatt, aunque ayer se publicó un adelanto en el diario italiano Corriere della Sera, entre otros medios.