Varias organizaciones sociales y políticas convocaron movilizaciones ayer, en Río de Janeiro, San Pablo y Brasilia, en repudio al cumplirse 55 años del golpe de Estado que derrocó al presidente João Goulart. La concentración en Río de Janeiro se organizó, bajo el lema “Dictadura nunca más”, en la plaza Floriano, ubicada en el barrio de Cinelândia, en el centro de la ciudad. Entre los discursos se destacó el de la diputada federal Jandira Feghali, del Partido Comunista de Brasil, que calificó la celebración del golpe militar de “obscena, indigna, irrespetuosoa e inconstitucional”, y llamó “canalla” al presidente Jair Bolsonaro.

También se manifestó en contra de celebrar esa fecha la ex presidenta Dilma Rousseff, que padeció en carne propia la acción de la dictadura cuando a los 22 años fue detenida y torturada, acusada de pertenecer a una organización guerrillera. “No hay nada que conmemorar en este día”, dijo Rousseff, en declaraciones reproducidas por el diario Folha de São Paulo. “Únicamente rezar por los muertos y mantener la convicción de que resistiremos al autoritarismo para construir una nación sin odios, heridas ni persecuciones”, agregó la ex presidenta. “Todos sabemos que brasileños y brasileñas fueron asesinados y están desaparecidos hasta hoy. Amigos y familiares conviven con el dolor de la ausencia de hijos y padres. Durante la Comisión de la Verdad yo dije que la ignorancia sobre la historia no es un acto pacífico. Al contrario, la desinformación sirve para facilitar el tránsito hacia la intolerancia”, concluyó Rousseff.

Paralelamente, dentro de todas las dependencias militares de Brasil la fecha fue recordada con la lectura de un documento en el que se afirmaba que los hechos que ocurrieron “el 31 de marzo estaban incluidos en el ambiente de la Guerra Fría”, y que las Fuerzas Armadas, “atendiendo al clamor de la amplia mayoría de la población y la prensa, asumieron un papel de estabilización” en un “convulsionado” momento político del país.

Estos actos conmemorativos tuvieron lugar después de una disputa al respecto en el ámbito de la Justicia brasileña. El viernes la jueza de primera instancia Ivani Silva da Luz había prohibido las reivindicaciones del golpe de Estado, alegando que cualquier celebración de esa sublevación “no es compatible con el proceso de reconstrucción democrática”, pero su fallo fue revertido un día después por un tribunal de apelaciones.

Por otra parte, el golpe de Estado de 1964 también fue recordado ayer en un video que divulgó uno de los canales oficiales de Whatsapp de la Presidencia de la República. El video consistió en la lectura de un texto, no firmado por ninguna persona o entidad pero que se entiende que representa la postura oficial de Planalto. En él se utiliza el mismo justificativo que Bolsonaro empleó en reiteradas ocasiones: que aquel momento Brasil “se estaba encaminando al comunismo”. El narrador se dirige a los jóvenes, a quienes insta a investigar lo que pasó en 1964, y les dice que ese momento histórico era un tiempo de “miedos y amenazas” que provenían de la amenaza del comunismo.

El video fue divulgado ayer en su cuenta de Twitter por el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, quien además agregó otras publicaciones en defensa del golpe de Estado. El legislador tuiteó: “Un día como el de hoy Brasil fue liberado. ¡Gracias a los militares del 64! Si alguien tiene alguna duda, que les pregunte a sus padres o abuelos que vivieron aquella época cómo fue realmente”.

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