El gobierno estadounidense anunció ayer que a partir del 2 de mayo aplicará, sin más excepciones, los castigos que dispuso para aquellos países que le compren petróleo a Irán. La medida es parte de la política de presión sobre el gobierno iraní, manifestó la Casa Blanca, y en un comunicado agregó que “esta decisión busca llevar las exportaciones de petróleo iraní a cero, denegando al régimen su principal fuente de ingresos”.

Las exenciones, que vencen el 1º de mayo, fueron prorrogadas hace seis meses por el gobierno de Donald Trump, y benefician a China, Corea del Sur, Grecia, India, Italia, Japón, Taiwán y Turquía. “Si no cumplen con esto, habrá sanciones”, advirtió el secretario de Estado, Mike Pompeo.