Las elecciones generales de España ya pasaron, y ante el escenario fragmentado que arrojaron los resultados una de las preguntas más repetidas durante la campaña vuelve a plantearse con fuerza: ¿con qué organizaciones políticas pactará el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para formar gobierno? Los socialistas fueron los más votados del domingo, al reunir 29% de los votos y quedarse con 123 escaños, lo que los deja a 53 bancas de distancia de alcanzar la mayoría parlamentaria.

El líder del PSOE y actual presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, evitó pronunciarse acerca de las posibles alianzas poselectorales desde que anunció la candidatura y la noche de las elecciones dijo que abrirá la puerta del gobierno “a todos los grupos”. Dos alternativas se planteaban hasta ese día: una alianza del PSOE con Unidas Podemos y otras pequeñas formaciones regionales de izquierda, o un inédito pacto con Ciudadanos, de derecha. Pero el mapa de opciones se amplió este lunes cuando la vicepresidenta de España, Carmen Calvo, anunció que el PSOE analizaba una fórmula de gobierno en solitario, la misma que Sánchez empezó hace diez meses, después de la moción de censura que lo llevó a La Moncloa. El PSOE se ve también potenciado por los resultados de la elección del Senado, en donde consiguió la mayoría absoluta.

La vicepresidenta dijo que los resultados de las generales mostraron que su partido tiene “un respaldo más que suficiente para ser el timón de este barco que tiene que seguir continuando su rumbo” y que, por eso, intentará gobernar en minoría con 123 diputados para buscar “cuatro años de tranquilidad” y “reforzar la democracia”. Calvo también agradeció la “ayuda” de Unidas Podemos, que en distintas ocasiones le tendió la mano a Sánchez para ser socio de gobierno. “Nos refuerzan como gobierno progresista, pero sabemos que podemos seguir avanzando en esta fórmula que hemos iniciado”, dijo Calvo, a la vez que reivindicó al PSOE como el líder de la izquierda y pidió no “dejar ese espacio” a Unidas Podemos. Acerca de pactar con Ciudadanos la vicepresidenta fue menos amigable: le recordó a su líder, Albert Rivera, que por los resultados electorales no es el líder de la oposición y le pidió que decida si “gira o no” su posición. Pese a plantear la alternativa de un gobierno en solitario, la dirigente se mostró partidaria de “respetar a todo el mundo y hablar con todo el mundo”, así como de “intentar que la cultura de colaborar se abra paso en la política española”. Y aseguró: “Seremos un gobierno progresista, somos la izquierda de gobierno, por eso peleamos en el seno del PSOE, para no ceder ese espacio” a otras formaciones, incluida Unidas Podemos.

En cualquier caso, lo que es seguro es que las negociaciones que se inicien en los próximos días probablemente no lleguen a cerrarse antes de las elecciones autonómicas y municipales previstas para fines de mayo. “Estamos prácticamente para inaugurar una campaña dentro de unos días [...] Todo el mundo va a querer acabar su campaña, ayudar a sus compañeros. Eso no va a impedir que vayamos viendo lo que tenemos que hacer”, dijo Calvo en ese sentido.

Unidas Podemos respondió al anuncio socialista recordando que “para la estabilidad” es necesario “hacer pactos entre fuerzas políticas diferentes; en el Estado, en las autonomías y en los municipios. Así han votado los españoles”, según dijeron fuentes de la coalición de izquierda al diario digital Público después de reunirse para evaluar los resultados electorales. Hasta anoche, ninguno de los dirigentes se había pronunciado públicamente al respecto.

Por su lado, Ciudadanos volvió a rechazar la posibilidad de sumarse a cualquier acuerdo que lleve a Sánchez a La Moncloa y dijo que, de todas formas, el PSOE ya tiene diseñado su gobierno con Unidas Podemos y los “separatistas” catalanes. “¿De verdad que hay alguien que piense que no está ya pactado un gobierno? Ya lo tienen montado y preparado. Los números les salen. No vamos a marear más la perdiz”, afirmó la portavoz nacional de Ciudadanos y diputada electa, Inés Arrimadas, en una conferencia de prensa realizada después de una reunión de la dirección del partido para analizar los pasos a seguir en el escenario poselectoral. “Nuestra decisión ha sido avalada en las urnas. Los españoles que nos han apoyado sabían que sus votos iban a servir para intentar sacar a Sánchez de La Moncloa”, aseguró Arrimadas, y consideró que el “naufragio electoral” del Partido Popular coloca a su partido al frente de la oposición. Desde ese lugar, agregó, van a “vigilar al gobierno, que va a ser malo, muy malo para España”.