Los sindicatos que convocaron al paro de hoy en Argentina aseguraron que la instancia tuvo una gran convocatoria, en gran medida impulsada por el acompañamiento de los ómnibus. Los trabajadores de más de 90 líneas decidieron parar pese a que el sindicato del sector no acompañaba la medida convocada. Nuevamente el llamado al paro mostró una división entre las agrupaciones de trabajadores en Argentina: la Confederación General del Trabajo (CGT) no acompañó la medida, como sí lo hicieron la Central de Trabajadores de la Argentina y los Camioneros de Pablo Moyano, entre otros. De acuerdo con algunos periodistas argentinos, el paro no fue tan visible (lo que se atribuye a la baja adhesión del transporte urbano y a la no adhesión del CGT), pero las distintas movilizaciones sí tuvieron una asistencia masiva.

Moyano fue uno de los principales oradores del acto central de la tarde de este martes. “Cada vez que el gobierno nos dice que ratifica el modelo económico, nosotros ratificamos que vamos a seguir peleando contra este modelo de hambre, entrega y de ajuste”, aseguró en el escenario en la Plaza de Mayo. El paro, indicó, es un reclamo por “el 35 % de pobres, por los jubilados, los desocupados y tantos trabajadores que están perdiendo el poder adquisitivo” y en contra de un modelo económico del gobierno de Mauricio Macri, que “solamente recibe las órdenes del Fondo Monetario Internacional (FMI)”.

Por su parte, el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina, Pablo Micheli, lamentó que la CGT no acompañara el paro. “Necesitamos ser millones, porque no se lo vence a Macri, este no es un boludo, es un presidente peligroso, tiene todo arreglado con el FMI”, agregó. “Queremos que vuelva el peronismo, queremos que vuelva un gobierno nacional y popular, no solo hay que soñar con ganarle a Macri, hay que ganar la calle. No hay que abandonar un solo minuto la lucha”, añadió Micheli.

También habló en la Plaza de Mayo Sergio Palazzo, líder de la Asociación Bancaria y de la Corriente Federal de los Trabajadores, quien aseguró: “acá presionan los mercados financieros y cambiarios y las empresas de servicios y logran lo que quieren. Tiene que presionar el movimiento obrero, es lo que estamos haciendo y vamos a hacer con un plan de lucha”. Además, dirigiéndose a los líderes de la CGT, agregó: “Llamamos a que recapaciten” porque “ahora tienen un paro nacional sin la CGT a la cabeza”.

Varios de los sindicalistas que se dirigieron a la multitud hicieron referencia a la conciliación obligatoria a la que el gobierno llamó a algunos sectores, algo que se leyó como una presión para que el paro no se realizara. Además, mientras se hacía el acto, la secretaría de Transporte porteña aprovechó para multar a 200 micros que estaban mal estacionados en los alrededores de la Plaza de Mayo.

La jornada tuvo también algunos disturbios. Se produjeron ataques a ómnibus y a sucursales bancarias, así como amenazas de bomba a algunas de las estaciones de trenes más concurridas, que tuvieron que paralizar su actividad, lo que afectó principalmente a quienes habían ido a trabajar y volvían a sus casas. Según datos oficiales, 39 personas fueron detenidas por estos hechos.

La valoración del gobierno

Por su parte, representantes del Ejecutivo de Macri aseguraron que la adhesión al paro fue muy poca, a la vez que aseguraron que su impacto económico fue importante. Por un lado, el gobierno difundió datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa que indican que solo 20% de los comercios se vieron afectados por el paro. Por otro, el Ministerio de Hacienda indicó que la paralización de actividades costará la país unos 34.000 millones de pesos argentinos (más de 700 millones de dólares). A su vez, sin vincular los distintos datos, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo que el operativo de seguridad tuvo un costo de 23 millones de pesos argentinos (unos 500 mil dólares).

A primera hora, el presidente criticó la medida de lucha adoptada por los trabajadores, tal como hizo en los cinco paros anteriores que se hicieron desde que comenzó su gobierno, en diciembre de 2015. En un acto público junto a la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, Macri sostuvo que lidera un cambio que “es una aventura” y, como tal, “tiene riesgos”. También dijo que “ese cambio” va a llevar a los argentinos “hacia el futuro”, y “volver al pasado sería autodestruirnos, sería perder dos o tres generaciones más antes de volver a encontrar una oportunidad”. Además, dijo que no es “fácil” dejar atrás “80 años de ocultamiento, de mentiras, de corrupción, de promesas incumplidas”.

“Este es el momento de demostrar cuánto coraje tenemos, cuánta convicción tenemos”, subrayó el mandatario.

Más datos negativos de la economía

Mientras los sindicatos y el gobierno valoraban el impacto del paro contra las medidas económicas de Macri, el Instituto Nacional de Estadísticas informó que la actividad económica registró en febrero una caída de 4,8% en comparación con el mismo mes de 2018, por lo que ya se acumulan diez meses de retroceso.