El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, visitará la ciudad estadounidense de Dallas la semana que viene por invitación de autoridades y empresarios locales, que le harán un homenaje, informó ayer el portavoz de la presidencia, Otávio Rêgo Barros. El anuncio llegó cuatro días después de que el gobernante brasileño decidió no asistir a una gala organizada por la Cámara de Comercio Brasil-Estados Unidos en Nueva York para honrarlo como “Personalidad del Año 2019”.

Barros no confirmó si la distinción que recibirá en Dallas, en el estado de Texas, será la misma que iban a entregarle en Nueva York. “Hay una intención de que sea una conjugación de las actividades en Dallas con aquella premiación que se iba a realizar en Nueva York”, se limitó a decir el vocero. Agregó que el homenaje –que se celebrará entre el martes 14 y el jueves 16– cuenta con el apoyo del alcalde de la ciudad, Mike Rawlings, del Partido Demócrata.

El viernes, Bolsonaro canceló la visita a Nueva York que tenía prevista debido a la “resistencia y los ataques deliberados” por parte del alcalde de esa ciudad, el también demócrata Bill de Blasio, y “la presión de grupos de interés”, según informó el gobierno. De Blasio dijo a fines de abril en una entrevista radial que el presidente brasileño es “racista” y “homófobo” e insistió en que no era bienvenido en la ciudad.

Los comentarios del alcalde reforzaron la campaña que ya había sido impulsada contra la visita de Bolsonaro a Nueva York por parte de distintos grupos de activistas, principalmente vinculados a causas medioambientales y a la población LGTBI. Incluso el senador demócrata Brad Hoylman impulsó en las redes una petición pública para exigir la cancelación del evento y envió una carta a la administración del hotel que iba a acoger la ceremonia pidiendo lo mismo. “Normalizar a un presidente anti LGBTI que quiere causar daños –e incluso matar– a la población LGBTI no refleja los valores de Nueva York. Punto”, escribió Hoylman en Twitter.

La presión logró que varias empresas y organizaciones culturales de la ciudad se negaran a respaldar el evento, que estaba previsto para el martes 14. La consultora Bain & Company, por ejemplo, dijo a la cadena CNN que la decisión se basó en el principio “esencial” de “celebrar la diversidad” de la empresa.

Visto el escenario, Bolsonaro finalmente decidió no viajar. El vocero presidencial dijo que la “resistencia” y los “ataques” habían “evidenciado la ideologización de la actividad” que se realiza anualmente en la ciudad. El domingo, el vicepresidente brasileño, Hamilton Mourão, aseguró que De Blasio ofendió “a todos los brasileños” al atacar al gobernante sin conocerlo personalmente.

La gala en honor a Bolsonaro estuvo envuelta en polémica desde el comienzo de su organización, ya que el Museo de Historia Natural de Nueva York, donde iba a celebrarse originalmente, decidió cancelarla después de una campaña impulsada por la comunidad científica. También fue cancelado un evento previo al homenaje que iba a realizarse un día antes en Miami.