Para el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, el ex juez Sérgio Moro debe ocupar un cargo en el máximo órgano judicial del país, el Supremo Tribunal Federal (STF). Si se suma a esa corte, “Brasil entero va a aplaudir”, dijo Bolsonaro, pero no todos estuvieron de acuerdo con él.

Moro se hizo conocido gracias a la Operación Lava Jato, que formó parte de la investigación sobre la red de corrupción en Petrobras, y su celebridad creció cuando condenó con prisión al ex presidente Luis Inácio Lula da Silva, que por entonces era el candidato con mayor intención de voto en Brasil para las elecciones de 2018. Finalmente, sin la candidatura de Lula, ganó el político que aparecía segundo en los sondeos, Bolsonaro, y Moro se convirtió en su ministro de Justicia y Seguridad.

“Yo tengo un compromiso con él, dejó ir más de 22 años de magistratura. La primera vacante que haya allí [en el STF] estará a su disposición”, afirmó Bolsonaro a la radio Bandeirantes. “Yo tengo ese compromiso y si Dios quiere lo cumpliremos”, dijo.

La vacante para Moro podría quedar disponible en noviembre de 2020, cuando uno de los integrantes del Supremo Tribunal Federal, Celso de Mello, llegue a la edad de retiro obligatorio. El siguiente de los ministros del STF en llegar a esa situación será Marco Aurélio, en julio de 2021, informó el diario Folha de São Paulo.

Varios integrantes del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Lula, repudiaron el anuncio del presidente y lo leyeron como un pago de favores. “Bolsonaro anuncia a Moro en el STF. Es la propina paga por haber condenado e impedido a Lula en la elección presidencial”, tuiteó el ex presidente del PT Rui Falcão. Según informó el medio digital Brasil 247, lo mismo concluyó el titular de la bancada del partido en la Cámara de Diputados, Paulo Pimenta: “Ya no es especulación. Está confirmado. El propio Bolsonaro asume que tiene un compromiso político con Sergio Moro para designarlo en el STF como pago por la condena y prisión de Lula”.