“En las últimas dos décadas hemos practicado una moratoria de facto a la ejecución de la pena de muerte en casos de ley común. Esto se aplicará también en los casos de la sharia [ley islámica] que ofrece un amplio margen de exoneración”, afirmó ayer el sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah, en un discurso emitido por televisión. Su país aprobó la ley islámica y estableció a partir del 3 de abril penas de lapidación para homosexuales y adúlteros, mutilación de mano o pie para quienes roben y la pena de muerte por blasfemia y apostasía, pese a las críticas y campañas en contra de esta legislación.