El triunfo del Partido Justicialista (PJ) en las elecciones del domingo en la provincia de Córdoba, el segundo distrito electoral de Argentina, tuvo varias lecturas. La primera fue que el gran vencedor de la jornada fue el gobernador peronista Juan Schiaretti, que fue reelecto por una amplísima mayoría de 54% de los votos. El candidato que lo siguió en respaldo, el radical Mario Negri, quedó muy por debajo de esa cifra, con 17,18%.

El triunfo de Schiaretti abre expectativas incluso para que el líder del peronismo cordobés se perfile como un potencial candidato en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto. Se trata de un dirigente que no tiene afinidad con el kirchnerismo y forma parte del bloque de gobernadores justicialistas denominado Alternativa Federal.

En estas elecciones, en las que participaron poco más de dos millones de cordobeses, se eligieron, además de gobernador y vicegobernador, todos los legisladores provinciales y algunos cargos municipales.

Otra lectura que emergió de esta votación es que el resultado fue un nuevo golpe para el gobierno nacional que encabeza Mauricio Macri, que este año ya suma ocho derrotas de sus sectores o candidatos afines en las elecciones que se llevaron a cabo en las provincias de La Pampa, Neuquén, Río Negro, San Juan, Entre Ríos, Santa Fe, Chubut y ahora Córdoba. En esta última provincia, la concluyente derrota es aun más significativa para Macri, porque fue allí donde obtuvo el mayor porcentaje de adhesiones en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2015, que lo llevaron a la presidencia. En aquella ocasión, en la que compitió con el peronista Daniel Scioli, Macri obtuvo en Córdoba su mayor victoria: ganó con 71,5% de los votos.

De todas maneras, durante el discurso que dio al conocer los resultados, Schiaretti desmarcó su victoria de las elecciones nacionales. “Para los cordobeses, cuando elegimos intendente o gobernador los de afuera son de palo”, dijo el dirigente de 69 años. “Nada tienen que ver estas elecciones municipales y para gobernador provincial con las próximas elecciones nacionales. No hay que sacar conclusiones ni hacer proyecciones de estos resultados”, agregó.

“Los peronistas que formamos parte de esta coalición somos y pertenecemos al peronismo federal, democrático y republicano” , dijo el dirigente cordobés. Al final de su discurso, ante miles de seguidores, proclamó que “no habrá república sin el peronismo”.

Según consignó el diario Página 12, el gobernador pronunció un discurso sereno que tuvo semanas para elaborar, porque llegó a las elecciones con la victoria asegurada desde hacía tiempo. Schiaretti habló de mesura y despotricó contra “la grieta” que “a veces sirve para ganar elecciones pero no para gobernar”. Levantó la bandera del federalismo, evocó a los 30.000 desaparecidos, elogió a los productores rurales, a la industria, a los trabajadores formales y a los de la economía popular.

La provincia de Córdoba es considerada un bastión histórico de la Unión Cívica Radical (UCR), pero en esta ocasión el partido se presentó dividido, con dos candidaturas. Mario Negri, que quedó en segundo lugar en votos, lideró un sector de radicales unidos a dirigentes del partido de Macri, Propuesta Republicana, en tanto que Ramón Mestre, el tercero, lideró una fórmula que representaba exclusivamente a la UCR. Esta división precipitó la caída de esta organización política, cuya debacle, de todas maneras, era previsible.

El golpe sufrido por la UCR en Córdoba, después de haber gobernado la provincia entre 1983 y 1999, será uno de los factores que estarán arriba de la mesa en la próxima convención nacional partidaria, que se hará el 27 de mayo en Buenos Aires. En ese encuentro, en el que participarán las máximas autoridades nacionales y provinciales del partido, se barajará la posibilidad de que la UCR salga de la coalición de gobierno Cambiemos.

Otra de las opciones que estarán a consideración será el eventual apoyo del partido a la candidatura presidencial del ex ministro de Economía, Roberto Lavagna. El ex ministro de Economía viene cimentando desde hace meses un gran arco de adhesiones para intentar convertirse en el candidato del Justicialismo en las elecciones de octubre.