El gobierno iraní anunció que suspenderá la aplicación de algunos de sus compromisos del acuerdo nuclear de 2015 debido al incumplimiento del resto de los países firmantes, que todavía lidian con las consecuencias económicas que tuvo hace un año la salida unilateral de Estados Unidos del pacto. El presidente de Irán, Hasan Rohani, dijo ayer en un discurso televisado que su país renunciará a la venta al exterior de uranio enriquecido y de agua pesada –que se emplea como moderador en reactores nucleares–. El acuerdo establece que Irán debe venderlos para reducir las cantidades que conserva.

El gobernante recordó que los puntos 26 y 36 del acuerdo nuclear –llamado Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés)– establecen que Irán tiene derecho a reducir sus compromisos si las otras partes no cumplen con sus obligaciones. Rohani considera que es el caso de Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania. Por eso, presentó un ultimátum: les dio un plazo de 60 días para que reviertan las actuales restricciones que pesan sobre el sistema bancario iraní y las exportaciones de petróleo. Si los cinco países logran garantizar esas dos cuestiones, dijo, Irán volverá a cumplir con los compromisos del pacto a los que está renunciando. De lo contrario, su gobierno no sólo no dará marcha atrás sino que adoptará otros dos pasos: “El primero es que no cumpliremos con el compromiso de mantener el enriquecimiento de uranio en 3,67%, y el segundo es que completaremos nosotros mismos el reactor de agua pesada de [la ciudad iraní] Arak”, aseguró.

De todas maneras, Rohani insistió en que la medida anunciada no implica que Irán abandona el acuerdo sino que, por el contrario, busca “salvarlo”. Agregó: “No hemos elegido el camino de la guerra, sino el de la diplomacia”.

El JCPOA, que busca limitar el programa nuclear de Irán para impedir que desarrolle la bomba atómica y que a cambio establece el levantamiento de las sanciones internacionales, se ha visto debilitado desde la salida unilateral de Estados Unidos. La situación empeoró porque, después de abandonar el pacto, Washington volvió a imponer sanciones al país hasta en tres ocasiones, lo cual ha tenido un grave impacto en la economía iraní. Y todavía no cesaron: la semana pasada, el Departamento de Estado impuso nuevas medidas para impedir la ampliación de la planta de Bushehr y la transferencia de uranio enriquecido fuera de Irán a cambio de uranio natural. Ayer, unas horas después del anuncio de Rohani, el presidente estadounidense, Donald Trump, redobló la presión al anunciar sanciones a los sectores del hierro, acero, aluminio y cobre de Irán que, según la Casa Blanca, representan 10% de las exportaciones iraníes.

En el último año, los países europeos que forman parte del acuerdo adoptaron una serie de medidas para contrarrestar las sanciones estadounidenses, pero por ahora no han impedido –por ejemplo– que la mayoría de las empresas europeas abandonen sus actividades en Irán.

Un rato antes de los anuncios de Trump, su secretario de Estado, Mike Pompeo, consideró que la carta que mandó el presidente iraní informando de su decisión de reducir sus compromisos con el acuerdo nuclear es “intencionalmente ambigua”. En la misma conferencia de prensa en la que se refirió a este asunto Pompeo, que se encontraba de visita en Londres, el ministro de Relaciones Exteriores británico, Jeremy Hunt, confirmó que Reino Unido continuará apoyando el pacto, aunque reconoció que la decisión de Irán no fue “bienvenida” y urgió al gobierno a que se adhiera a sus obligaciones porque, de lo contrario, advirtió, “habrá consecuencias”. Su par alemán, Heiko Maas, afirmó en un tono parecido: “Nuestra posición sigue siendo que queremos respetar el acuerdo, especialmente para que Irán no tenga un arma nuclear”.

Por su parte, Rusia y China defendieron a Irán y responsabilizaron a Estados Unidos de contribuir a la escalada de la tensión con medidas unilaterales. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo que la situación creada por el anuncio de Irán es “inaceptable” y que la “culpa” la tiene el “comportamiento irresponsable de Estados Unidos, que se rehusó a asumir sus compromisos”.

En tanto, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, dijo que Teherán “ha cumplido ampliamente sus obligaciones” en torno al acuerdo, que fue implantado de forma “estricta” pese a las “sanciones unilaterales” de Washington. Por eso, instó a todos los países firmantes del acuerdo a “fortalecer el diálogo” y “evitar una escalada de tensión” en Medio Oriente.