El emperador Akihito, de 85 años, que en agosto de 2016 comunicó su decisión de abdicar por razones de salud, fue sucedido por su hijo Naruhito, de 59. El nuevo emperador de Japón es el número 126 de una monarquía que sólo admite hombres en la línea sucesoria.

Durante una ceremonia oficial, Naruhito dio un discurso ante representantes de los tres poderes del Estado en el que rindió homenaje a su padre, que llegó al Trono del Crisantemo después de la Segunda Guerra Mundial. Con el nuevo emperador comenzó oficialmente en Japón una nueva era, Reiwa, palabra que se traduce como “bella armonía”, y terminó otra, Heisei, que significa “paz”.