Se desarrolló este jueves la segunda jornada de protestas de estudiantes, docentes y otros trabajadores de la educación en Brasil, en protesta contra los recortes en el presupuesto del sector que impulsa el gobierno que encabeza el presidente Jair Bolsonaro. Según informó el diario O Globo, se registraron actos en 64 ciudades de 19 estados, además de movilizaciones en el Distrito Federal de Brasilia. Las sedes de las mayores protestas fueron Salvador, San Pablo y Río de Janeiro.

Durante la jornada quedó de manifiesto otra vez el rechazo a la medida del gobierno anunciada a fines de abril de recortar 30% del presupuesto destinado a las universidades e institutos federales de educación terciaria. Según manifestaron los convocantes de estas nuevas movilizaciones, su intención es continuar con las protestas que comenzaron el 15 de mayo, que incluyeron marchas y otras actividades en defensa de la educación pública en más de 200 ciudades y localidades brasileñas.

Gerli Miceli, coordinadora del Sindicato de Trabajadores de la Educación de la Universidad Federal de Río de Janeiro, dijo a la revista Forum que el acto de este jueves fue un “calentamiento” para el paro general convocado por las centrales sindicales para el 14 de junio. Según afirmó la dirigente, el objetivo de este paro es presionar al gobierno para impedir tanto los recortes en la educación como la aprobación de la reforma de la previsión social, uno de los principales pilares de la reestructura del gasto público que pretende llevar adelante el gobierno de Bolsonaro. Esta política tiene como principal articulador a Paulo Guedes, ministro de Hacienda y referente económico del mandatario ultraderechista.

Ante las masivas protestas, el ministro de Educación, Abraham Weintraub, dijo en un video que difundió en su cuenta personal de Twitter que a su cartera llegaron reclamos de padres de alumnos de escuelas que afirmaron que fueron coaccionados y amenazados por profesores para que participaran en las movilizaciones.