Después de reunirse con el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, el canciller ruso, Sergei Lavrov, se refirió a la crisis política que atraviesa Venezuela y manifestó: “Entre mis contactos con colegas estadounidenses, europeos y latinoamericanos no veo partidarios de una solución militar imprudente, porque esta sería catastrófica”. Acerca de la reunión con Pompeo, que se desarrolló en la ciudad finlandesa de Rovaniemi, Lavrov informó que mantuvieron “una conversación buena y constructiva”.

“Revisamos varias situaciones regionales que están en la agenda actual, las relaciones internacionales en general, y discutimos temas relacionados con la estabilidad estratégica”, agregó.

Por su parte, Pompeo dijo a la prensa, antes de que comenzara el encuentro, que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, “debe ver que esto se está desmoronando”.

El secretario de Estado estadounidense agregó: “Esta semana, aunque Maduro logró mantener el control del ejército en algunos aspectos, hubo muchos militares que se fueron, incluido un oficial de inteligencia de alto rango estrechamente ligado con él y con su predecesor”. De acuerdo con Pompeo, el presidente venezolano “sabe que el tiempo es limitado” y “está buscando toda la influencia posible antes de que finalmente se vaya”, algo que podría ocurrir “la semana próxima o dentro de un mes”.