Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) siguen sin convencer en Argentina como método para dirimir las internas de los partidos. Lo más habitual sigue siendo que las dirigencias sean las que negocien las distintas posiciones que ocuparán los políticos. Usualmente utilizan el argumento de que no quieren que se generen resquemores en las internas para no dificultar la marcha en unidad después.

Las PASO se instalaron en 2009 y dos años después tuvieron su estreno en una elección presidencial: ninguno de los diez frentes las utilizó para definir su fórmula. Cuatro años después, en las de 2015, parecieron validarse como modalidad: dos frentes las utilizaron con ese fin, Cambiemos y Unidos por una Nueva Alternativa (alianza liderada por el Frente Renovador, de Sergio Massa).

Pero 2019 las ve nuevamente dando un paso atrás: ya están definidas las ocho fórmulas que participarán en las PASO del 11 de agosto. Y serán una por bloque, o sea, no habrá competencia interna a nivel de fórmula presidencial, y en la mayoría de los casos habrá una lista única, por lo que, salvo el candidato para alguna intendencia o alguna diputación local, quienes asistan a las urnas no definirán mucha cosa.

Así, las PASO terminan de configurarse como un referéndum sobre el gobierno y, en particular, sobre cuánto respaldo consigue la alianza que alcanzó el presidente Mauricio Macri con el senador peronista Miguel Pichetto, que se suma a una coalición ya integrada por el Partido Republicano, de Macri, la Coalición Cívica, de Elisa Carrió, y la Unión Cívica Radical.

A la antigua

Así las cosas, las dirigencias de los sectores que lideran los distintos frentes acordaron la integración de las listas al Congreso, que se renueva parcialmente junto con las elecciones presidenciales de octubre.

Detrás de la fórmula Macri-Pichetto hay macristas moderados e integrantes del “peronismo macrista”, que incluso han desplazado a algunos integrantes del ala más dura de Propuesta Republicana.

En la coalición entre el Partido Justicialista y el Frente Renovador, de Massa, que lleva la fórmula integrada por Alberto y Cristina Fernández, las listas tendrán una importante cantidad de referentes de La Cámpora. Ya se sabía que Massa encabezaría la lista a diputados, a cambio de renunciar a las primarias presidenciales.

La mayor novedad en la jornada del sábado, día en el que se cerraban las inscripciones de listas, estuvo en las ausencias. Varios políticos argentinos, de distinto signo político, quedaron afuera de las listas: el ex candidato presidencial justicialista Daniel Scioli, la ex candidata a mandataria y líder de Generación Espacio Nacional, Margarita Stolbizer, y el peronista Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados, que fue uno de los primeros aliados del macrismo en la cámara baja, haciendo posible que avanzaran varias de sus iniciativas. Tampoco podrá buscar la renovación de su banca el diputado Daniel Lipovetzky, uno de los oficialistas que más respaldaron la iniciativa para despenalizar el aborto.