“El régimen de [Benjamin] Netanyahu debe ser derribado, no salvado”, afirmó ayer el ex primer ministro israelí Ehud Barak en una rueda de prensa en Tel Aviv en la que anunció su regreso a la política partidaria de su país y su participación en las elecciones del 17 de setiembre.

Israel celebró elecciones parlamentarias el 9 de abril, y la victoria fue del oficialismo, pero este no tuvo el suficiente respaldo en el Congreso para conformar un nuevo gobierno. Después de intentar negociar con distintos partidos, sin lograrlo, el primer ministro Netanyahu convocó a repetir los comicios, lo que sucederá el 17 de setiembre.

El ex primer ministro consideró ayer que esa votación marcará el fin de la carrera política del actual primer ministro. “Creamos un nuevo partido para poner fin al poder de Netanyahu”, que será presentado en dos semanas, aseguró. También dijo que regresa a la política por las “graves circunstancias” que se dan en su país.

Barak ya superó a Netanyahu en las elecciones de 1999, tras las cuales lideró un gobierno muy corto, que se mantuvo en el poder menos de dos años, hasta que tuvo que llamar a nuevos comicios. Después, Barak se retiró de la política y volvió en 2005, al frente del Partido Laborista. Entre 2007 y 2013 encabezó el Ministerio de Defensa en representación de su partido, que formaba parte de la coalición de gobierno liderada por Netanyahu. Tras abandonar el gabinete, volvió a retirarse.

En su discurso de ayer, Barak recordó las acusaciones de corrupción que pesan contra Netanyahu y lo acusó de liderar un Ejecutivo con “elementos corruptos y mesiánicos”.