En el marco de la celebración del 70º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas formales entre ambas naciones, el presidente chino, Xi Jinping, comenzó ayer una visita oficial a Moscú, en la que trató con su par ruso, Vladimir Putin, varios temas de su pletórica agenda común.

Luego de negociar y suscribir junto con sus respectivas comitivas una serie de acuerdos bilaterales de cooperación en áreas de importancia estratégica, los mandararios ofrecieron una conferencia de prensa en la que Putin destacó que las relaciones bilaterales han alcanzado un “nivel sin precedentes” gracias, en parte, a la “participación directa” de su homólogo chino, que además participará en el Foro Económico Internacional que se celebrará en la ciudad de San Petersburgo hasta el viernes.

Entre los acuerdos que Putin y Xi firmaron se destacan dos declaraciones conjuntas: una de ellas se enfoca en el desarrollo de las relaciones bilaterales y la otra tiene que ver con el fortalecimiento de la estabilidad estratégica a nivel internacional, de acuerdo a lo que informó el portal ruso de noticias RT. “La declaración conjunta que firmamos sobre el fortalecimiento de la estabilidad estratégica global en la era moderna enfatiza la posición de principio de Rusia sobre la inaceptabilidad del actual sistema de acuerdos en el campo del control de armas, el desarme y la no proliferación”, afirmó el mandatario ruso. En parte del texto de la declaración promovida por los presidentes de ambos países se sostiene que “los poderes nucleares deben abandonar la mentalidad de la Guerra Fría y detener el desarrollo ilimitado del sistema de defensa aérea global”.

Putin y Xi se refirieron también a la crisis política, económica y social que se vive en Venezuela, país en el que ambas naciones tienen muchos intereses económicos, al igual que Estados Unidos, el otro gran agente externo implicado en la situación interna del país caribeño. En un documento referido a la cuestión, tanto el gobierno ruso como el chino aseguraron que tienen la intención de “seguir de cerca la situación en Venezuela, llamar a todas las partes a que cumplan con la Carta de las Naciones Unidas, las normas de derecho internacional y las relaciones intergubernamentales, adherirse al principio de no injerencia en los asuntos internos de otros estados, promover la resolución pacífica de problemas en este país mediante un diálogo político inclusivo y oponerse a la intervención militar en Venezuela”.

Paralelamente, al hablar sobre este tema, el embajador ruso en Caracas, Vladimir Zayemski, dio ayer una conferencia de prensa en la que desmintió la información que circuló en el inicio de esta semana acerca de que Rusia retiraría a sus expertos militares del país sudamericano. La noticia que había sido difundida por el diario The Wall Street Journal y que fue retuiteada por el presidente estadounidense, Donald Trump, fue categóricamente negada por el diplomático ruso, quien afirmó que “el trabajo que nuestros técnicos vinieron a hacer continúa en desarrollo, de acuerdo a los compromisos existentes entre los dos países”.