En medio de un clima político que dista de ser el ideal –signado por la frustrada salida de la Unión Europea (UE) y la reciente renuncia de la primera ministra Theresa May–, el presidente estadounidense, Donald Trump, comenzará hoy una visita de tres días a Reino Unido.

El mandatario llegará hoy a Londres acompañado de su esposa, Melania. El protocolo prevé que se reúna con la reina Isabel II y su hijo, el príncipe Carlos, en el Palacio de Buckingham. Mañana, Trump se reunirá con la primera ministra May. Para la previa de ese encuentro, está convocada una masiva movilización para manifestarse contra la visita del líder estadounidense, algo que ya aconteció en la anterior presencia de Trump en Londres, en julio del año pasado.

Para enrarecer aun más el ambiente, algunas declaraciones de Trump antes del viaje terminaron de conformar un panorama poco cómodo, particularmente para sus anfitriones. En declaraciones realizadas al diario británico The Sun, Trump manifestó su apoyo para que el conservador Boris Johnson sea el sucesor de May en el gobierno británico, y en otra entrevista, publicada por el diario The Sunday Times ayer, sugirió que Nigel Farage –líder del Partido del Brexit, con quien Trump posiblemente se reúna en estos días– sea quien negocie con Bruselas la salida de Reino Unido de la UE sin acuerdo.

También ayer, en una columna publicada en el periódico The Observer, el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, criticó duramente a Trump, de quien dijo que utiliza el “mismo lenguaje que los fascistas del siglo XX”. “Viktor Orbán en Hungría, Matteo Salvini en Italia, Marine Le Pen en Francia y Nigel Farage aquí, en Reino Unido, utilizan el mismo lenguaje segregador de los fascistas del siglo XX para lograr apoyo, pero con métodos nuevos y siniestros para difundir sus mensajes”, afirmó, e incluyó al presidente estadounidense en la lista de líderes que emplean este tipo de discurso.

Al respecto, el alcalde londinense dijo que “el presidente Donald Trump es uno de los ejemplos más indignantes de esta amenaza global. La extrema derecha está creciendo en todo el mundo y amenaza nuestros derechos y libertades, los que tanto ha costado conseguir y que definen nuestras sociedades liberales y democráticas desde hace más de 70 años”.