El candidato a la presidencia de Argentina por el Frente de Todos Alberto Fernández llegó ayer a Brasil, a donde viajó para visitar al ex presidente de ese país Luiz Inácio Lula da Silva, preso en la ciudad de Curitiba, condenado por corrupción pasiva y lavado de dinero, entre otros delitos. “Vengo a visitar a un hombre que está indebidamente preso”, dijo al diario Página 12 antes de ingresar al recinto para la reunión.
A la salida, aseguró que “Lula es claramente un perseguido del gobierno de [Jair] Bolsonaro, que ha tenido la impudicia de hacer ministro de Justicia al que persiguió y encarceló a Lula”, haciendo referencia al cuestionado ministro de Justicia, Sérgio Moro.
Después de recordar que enseña derecho penal en la Universidad de Buenos Aires desde hace más de 30 años, Fernández comentó que ve “con mucho preocupación” la detención de Lula. Además, lamentó que “el gobierno de Brasil no advierta que está creando una mácula muy fuerte teniendo detenido a un hombre como Lula”, quien “realmente tiene todo el derecho de estar en liberad, también para defenderse”, añadió.
El candidato argentino también opinó que el hecho de que Lula esté en prisión implica “una mácula al Estado de derecho”, por lo cual él estará “al lado de Lula todo lo que sea necesario hasta que el sistema judicial entienda que hay que respetar los derechos y las garantías de los ciudadanos, también de Lula”.
Fernández fue duro con el gobierno de Bolsonaro, pero también intentó mantener las formas. A la página de noticias Infobae le dijo que había viajado a Curitiba para “llamar la atención sobre la injusta situación de Lula” y sobre “la violencia contra el Estado de derecho en Brasil”. A su vez, al ser consultado en las afueras de la prisión sobre qué relación mantendría con Bolsonaro si llegara a la presidencia, contestó que Argentina y Brasil no tienen “ninguna otra posibilidad” que la de mantener buenas relaciones y estar unidos. “El destino nos hizo hermanos”, subrayó.
Durante su visita a Buenos Aires el mes pasado, Bolsonaro manifestó que si ganaba las elecciones la fórmula liderada por Fernández, e integrada también por la ex presidenta Cristina Fernández, Argentina se convertiría en una nueva Venezuela. Tras recordarlo, Fernández pidió al brasileño que siguiera hablando de él. “No sabe el favor que me hace”, agregó.