La Justicia peruana está llevando adelante el proceso judicial contra el ex presidente Alejandro Toledo con él fuera del país.
Se pidió su extradición por primera vez en 2018, y un año después fue imputado por recibir más de 20 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. A fines de junio de este año la Fiscalía peruana pidió 16 años y ocho meses de prisión para él y para su esposa, Eliane Karp, ambos acusados de lavado de dinero obtenido, supuestamente, por actos de corrupción. En ese entonces se reiteró el pedido de extradición.
A lo largo del último año surgió un nuevo elemento contra Toledo que parece haber sido determinante para que Estados Unidos, país en el que reside, haya procedido a su detención: el testimonio del empresario peruano-israelí Josef Maiman, quien fue mano derecha de Toledo. Maiman aseguró que recibió dinero de sobornos en nombre del ex presidente de la empresa Odebrecht: primero habló de 21 millones de dólares y después de 35.
Esa diferencia en las cifras fue utilizada por los abogados defensores de Toledo para asegurar que su cliente es víctima de una “persecución judicial”, el mismo argumento que han utilizado todos los que han sido presidentes de Perú desde 2001 que están siendo investigados o han sido imputados por la Justicia por actos de corrupción, en la mayoría de los casos vinculados a Odebrecht. Pedro Pablo Kuczynski, quien estuvo al frente del Ejecutivo desde 2016 hasta su renuncia en 2018, está en detención domiciliaria mientras es investigado; Ollanta Humala –presidente entre 2011 y 2016– y su esposa, Nadine Heredia, están procesados y la Fiscalía pide para ellos 20 años de prisión, y Alan García –cuyo último período como mandatario fue entre 2006 y 2011– se suicidó en abril de este año cuando la Policía fue a su casa con una orden de prisión preventiva. Toledo, presidente peruano entre 2001 y 2006, se fue a Estados Unidos junto a su esposa cuando empezó la causa judicial en su contra.
La Fiscalía de Perú informó que, tras su detención, Toledo compareció brevemente ante las autoridades judiciales estadounidenses, y que en la mañana del viernes habrá una audiencia que determinará si espera la decisión sobre su extradición a Lima en libertad o en prisión preventiva.