La posibilidad de que los ciudadanos españoles sean nuevamente convocados para las elecciones generales el 10 de noviembre parece cada vez más cercana. Esto se debe a que luego de una nueva reunión que mantuvieron este martes el actual presidente del gobierno Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español, y Pablo Iglesias, principal referente de Unidas Podemos, finalizó sin un acercamiento en las posiciones que ambos sostienen desde hace varias semanas.

Este fue el quinto encuentro entre Sánchez e Iglesias desde las elecciones anteriores celebradas el 28 de abril, en las que el PSOE fue el partido más votado pero no llegó a obtener la mayoría necesaria para poder investir por sí solo en el gobierno a Sánchez, que está al frente del Ejecutivo español desde el 2 de junio del año pasado, luego de que se impusiera una moción de censura contra el entonces mandatario, Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP).

El 22 de julio comenzará a ponerse a consideración del Congreso la investidura de Sánchez. El PSOE ya aclaró que en caso de que su líder no logre los votos para conformar gobierno, no recurrirá a una segunda instancia de investidura en setiembre, sino que irá directamente a las elecciones generales en noviembre.

El punto de desencuentro entre el PSOE y Podemos sigue siendo que, mientras que los primeros quieren gobernar en solitario, sin la presencia de otros partidos en el poder, Iglesias y los suyos pretenden conformar un gobierno de coalición y tener cargos ministeriales. Incluso este martes, luego del encuentro, los chispazos entre los dos partidos continuaron con mensajes cruzados de algunos de sus integrantes. Mientras que los socialistas aseguran que durante la reunión el líder de Podemos reclamó para sí la vicepresidencia del gobierno, desde la coalición de izquierda se negó esta versión. Sin embargo, según informó el portal Público en base a fuentes de la dirección de Podemos, en la reunión no hubo avances porque Sánchez se mantiene firme en su posición de un gobierno de un solo partido: “Sánchez nos ha trasladado que llevará al país a elecciones si no cuenta con apoyos en la investidura en julio. Constatamos que no quiere negociar y que intenta imponer un gobierno de partido único”, indicaron desde Podemos.

Pese a que las posiciones se mantienen alejadas, desde Podemos explicaron que Iglesias pidió a Sánchez que “flexibilice su posición y negocie ya un acuerdo integral de coalición de izquierdas sin líneas rojas”. Para los de Podemos esto consistiría en negociar un programa, los equipos de gobierno y un acuerdo de estabilidad. Estas fuentes también critican que el PSOE esté buscando ahora mismo tanto el apoyo de Unidas Podemos como el de Ciudadanos o el Partido Popular para pasar la investidura: “No es coherente buscar por igual apoyo en la izquierda y en la derecha. La gente merece certezas y garantías”.

Por su parte, según consignó El País de Madrid, el PSOE salió bastante molesto de la reunión y acusó a Unidas Podemos de falta de “lealtad, sinceridad y confianza”, según afirmó la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. La portavoz socialista calificó de “falsedades” las declaraciones de Irene Montero –diputada de Podemos–, quien aseguró que Sánchez había dicho que su prioridad era lograr la investidura con el PP; o las de Pablo Iglesias, quien insinuó que le había ofrecido varios ministerios. En contra de estas versiones, Lastra aseguró que el candidato siempre ha puesto sobre la mesa su oferta de gobierno de cooperación con un pacto institucional, un pacto parlamentario y un pacto programático.

La dirigente socialista reveló que Iglesias no quiere crear una comisión para llegar a un acuerdo programático y que sigue aferrado a pedir cargos, lo que hace imposible avanzar en la negociación. “A Iglesias sólo le preocupan los nombres del Consejo de Ministros”, afirmó. Lastra indicó que para el PSOE el acuerdo programático es esencial para llegar a un acuerdo, y apuntó que es la primera vez que ve, en una negociación para formar gobierno, que no se quiere abordar el proyecto político que se pretende llevar a cabo. La dirigente agregó que su partido seguirá buscando el acuerdo, pero siempre de cara a la investidura en julio, y no en setiembre. “No habrá una segunda oportunidad”, dijo la portavoz socialista, y aseguró que la oferta del PSOE es firme y definitiva, y que no va a cambiar dos meses después.