Dos de los cuatro detenidos el martes por la Policía Federal brasileña bajo la acusación de haber hackeado los celulares del actual ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sérgio Moro, y de Deltan Dallagnol, principal fiscal de la operación Lava Jato, prestaron declaración ayer en la superintendencia policial de Brasilia.

El matrimonio conformado por el DJ Gustavo Henrique Elias Santos y Suellen Priscila de Oliveira pasó la noche en una dependencia de la Policía en el aeropuerto de Brasilia, ya que a pedido de la defensa pospusieron su declaración del martes para ayer. El abogado que defiende a la pareja, Ariovaldo Moreira, afirmó que sus representados “no tienen nada que ver con la intromisión en el celular del fiscal y el ministro”, según consignó la revista Forum. La pareja fue detenida el martes en la localidad paulista de Araquara, lugar donde fue detenido por la misma causa Walter Delgatti Neto. Ese día también se detuvo a otra persona en Ribeirão Preto, otra ciudad paulista, pero su identidad no fue revelada. La acción de la Policía Federal, bautizada sugestivamente operación Spoofing (falsificación), fue ordenada por el juez de la 10ª Cámara Federal de Brasilia,Vallisney de Souza Oliveira.

El martes, el mismo día de la detención de estas cuatro personas, la diputada federal Joice Hasselmann –integrante del Partido Social Liberal del presidente Jair Bolsonaro y máxima representante del gobierno en la cámara baja– escribió un mensaje en su cuenta de Twitter en tono de amenaza, dirigido al periodista estadounidense Gleen Greenwald, fundador de The Intercept, sitio que está divulgando las conversaciones filtradas de Moro y los fiscales, en las que queda en evidencia la intencionalidad política en el accionar de los magistrados durante la operación Lava Jato.

“Glenn Greenwald tic tac… tu hora está llegando”, escribió la parlamentaria. De acuerdo al núcleo duro del bolsonarismo, el celular del ex juez y ahora ministro Moro fue hackeado y las conversaciones filtradas fueron falsificadas. Este discurso es el que la diputada Hasselmann y sus correligionarios intentan imponer para desacreditar las filtraciones difundida por The Intercept y por otros importantes medios brasileños, como el diario Folha de São Paulo y la revista Veja.

De todas maneras, la Policía Federal informó que Greenwald no está involucrado en la indagatoria de esta causa.