La situación de inestabilidad que se vive en Hong Kong, territorio autónomo aunque oficialmente una región administrativa perteneciente a la República Popular China, sumó en las últimas horas un nuevo episodio cuando una marcha masiva de cientos de miles de manifestantes, en conmemoración de los 22 años de la transferencia de su soberanía de Reino Unido, derivó en graves incidentes.

Un grupo de activistas se escindió de la marcha masiva y portando barras de metal y otros objetos contundentes irrumpió violentamente en el Parlamento, rompiendo vidrios y otras partes de la infraestructura del edificio, además de grafitear el recinto. Los manifestantes pintaron con aerosol el escudo hongkonés, desplegaron una bandera de la época colonial británica –emblema del territorio entre 1959 y 1997– y permanecieron dentro del lugar durante varias horas ante la inacción policial.

Finalmente, ya en las primeras horas de ayer, un equipo antidisturbios de la Policía local levantó una bandera negra de “advertencia de gases lacrimógenos” antes de disparar varias rondas de gas hacia los manifestantes, quienes abandonaron rápidamente el lugar. Después de que los manifestantes fueron dispersados, se transmitieron por la televisión local imágenes del edificio destrozado. Según informes, más de 50 personas resultaron heridas en el marco de la movilización.

Según consignó el diario inglés The Guardian basándose en fuentes locales, la protesta de ayer dejó en evidencia que el panorama que se vive en Hong Kong es complejo, ya que además de lo ocurrido entre los manifestantes opositores al régimen de Pekín, hay disidencias internas en los grupos que desde hace semanas promueven las movilizaciones, lo que ha generado una severa crisis política. La escalada de conflictos comenzó el mes pasado, cuando tuvieron lugar las primeras marchas populares que exigían a la máxima autoridad hongkonesa, la jefa ejecutiva Carrie Lam, que no implementara un proyecto de ley que permitiría la extradición de ciudadanos del territorio autónomo hacia la República Popular China.

Debido a la magnitud de la insatisfacción popular, Lam decidió suspender temporalmente el tratamiento de la controvertida ley, pero esa medida no detuvo las movilizaciones, que reflejan el temor de los habitantes de Hong Kong ante la creciente influencia del gobierno chino en sus asuntos internos, que cuenta con la ayuda de líderes del mundo de las finanzas en la ciudad. Los activistas, jóvenes estudiantes en su mayoría, prometieron continuar con su campaña de desobediencia civil en este territorio, un importante centro económico y financiero de 1.104 kilómetros cuadrados de extensión –aproximadamente el doble que el departamento de Montevideo– y en el que viven casi siete millones y medio de habitantes.

De acuerdo con la opinión de algunos analistas citados por agencias internacionales, las recurrentes manifestaciones pueden terminar teniendo un efecto opuesto para sus protagonistas, ya que eventualmente pueden ayudar al presidente chino, Xi Jinping a establecer un tipo de control más estricto dentro del reducido territorio de Hong Kong.

Según informó The New York Times, en China los grandes medios de comunicación estatales ignoraron por completo las protestas en Hong Kong, aunque en algunos ámbitos se percibe esta situación como un duro desafío al gobierno de Xi. El mandatario chino quien tiene una imagen de liderazgo duro e inflexible se encuentra en una posición poco cómoda, ya que nada hace pensar que los enfrentamientos callejeros cesarán, lo que incluso abre la posibilidad de la remoción de Carrie Lam, a quien el propio Xi apoyó cuando accedió al cargo de jefa del Ejecutivo hongkonés hace dos años.

En el ámbito internacional las protestas callejeras tuvieron repercusiones. El Reino Unido -antigua metrópoli de este territorio- manifestó oficialmente este lunes su apoyo “indefectible” a las libertades de Hong Kong. Por su parte, la Unión Europea (UE) llamó a “evitar la escalada” de violencia y convocó a un diálogo entre las partes enfrentadas. “Las acciones de hoy por parte de un pequeño número de personas no son representativas de la gran mayoría de los manifestantes, que han sido pacíficos” hasta ahora, escribió en un comunicado la vocera de la jefa de la diplomacia de la UE, la italiana Federica Mogherini.