El equipo legal que defiende al ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva presentó ayer ante el Supremo Tribunal Federal un nuevo pedido de hábeas corpus para que el ex mandatario sea liberado, petición a la que adjuntaron pruebas aportadas por una nueva divulgación de mensajes filtrados que fueron publicados ayer por el sitio UOL en colaboración con The Intercept.
En los mensajes difundidos en la nota periodística se muestra cómo los fiscales de la operación Lava Jato ironizan sobre la muerte de la ex primera dama Marisa Letícia. Además, deslizan comentarios acerca del comportamiento de Lula en el velorio de su esposa y en el de su nieto Arthur, de siete años de edad, quien murió en marzo a causa de una infección generalizada causada por una bacteria, y en una situación que se produjo cuando murió Vavá, hermano del líder petista fallecido en enero de este año. “Estos mensajes muestran que la actuación de los fiscales de la República en cuestión siempre estuvo marcada por el odio y el desprecio personal por el acusado y por sus familiares”, afirmó el abogado Cristiano Zanin, quien lidera el equipo de abogados defensores de Lula, en declaraciones a Folha de São Paulo. Tal odio, agregó Zanin, convierte a los investigadores en personas “absolutamente incapaces de cumplir con sus deberes de forma imparcial, impersonal y con las garantías debidas de acuerdo a la legislación nacional e internacional”.
En uno de los mensajes intercambiados mediante la aplicación Telegram, una de las fiscales, Laura Tessler, dijo después de la muerte de la esposa de Lula: “Quien tenga a cargo la próxima audiencia de Lula sería bueno que lleve una dosis extra de paciencia para la sesión de victimización”. Por otra parte, los fiscales comentaron las palabras de Lula durante el entierro de su esposa, donde dijo esperar “que los rufianes que hicieron esto contra ella tengan un día la humildad de pedir disculpas”. Ante esto el fiscal principal de la Lava Jato, Deltan Dallagnol comentó: “Todas bobadas... ya nadie escucha a este tipo”.
La nota publicada por UOL también muestra una serie de mensajes intercambiados por los fiscales cuando murió en enero de este año Vavá, uno de los hermanos de Lula. Uno de los fiscales, Antônio Carlos Welter, dijo en ese momento que Lula, al igual que cualquier otro preso, tenía derecho a ir al entierro, a lo que otro fiscal, Januário Paludo, respondió que lo único que quería hacer Lula era “salir a pasear”. En una línea similar se expresó la fiscal Jerusa Viecili, quien cuando murió Arthur, el nieto de Lula, comentó en el grupo: “Prepárense para la novela de la ida al velorio”.
Bolsonaro, Macron, la Amazonia y las tierras indígenas
La situación de los enormes incendios forestales que están ocurriendo en la Amazonia sigue dominando la agenda mundial. Luego de rechazar cualquier ayuda de los países integrantes del G7, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dio marcha atrás y ayer dijo que aceptaría esos recursos a cambio de un pedido disculpas del presidente francés, Emmanuel Macron, quien según el mandatario ultraderechista ofendió a los brasileños. No obstante, el presidente francés obvió por completo los dichos de Bolsonaro y, aludiéndolo, dijo que el ofrecimiento de ayuda sigue en pie para aquellos que estén dispuestos a recibirla. “Noté las inquietudes, sobre todo la falta de tacto de algunos dirigentes que consideran que la soberanía es, en el fondo, una cuestión de agresividad, y yo creo que eso es un profundo error”, afirmó Macron ayer durante una conferencia de prensa en París. “Somos un país soberano, y cuando tenemos grandes acontecimientos aceptamos de buena manera y con buenos ojos la solidaridad internacional, porque es un símbolo de amistad”, agregó.
Es por esto que Macron señaló que, además de Brasil, “hay nueve países en la región de la Amazonia”. “Hay muchos otros países que solicitaron nuestra ayuda, entonces es importante movilizarla rápido para que Colombia, Bolivia y todos los estados brasileños que deseen contar con esa ayuda internacional puedan comenzar a reforestar rápidamente”, declaró.
Por su parte, Bolsonaro se reunió en Brasilia con los gobernadores de los estados situados en la región de la Amazonia, pero en lugar de centrarse en la crisis ambiental que padece el enorme bosque tropical, priorizó los ataques a las reservas indígenas, cuya demarcación, a juicio del presidente, “inviabiliza el desarrollo” de algunos estados. Según informó la revista Fórum, Bolsonaro le preguntó a cada gobernador el porcentaje de reservas indígenas que tienen en sus estados, a la vez que tildó de “irresponsabilidad” la política de demarcación de estos territorios adoptada por los gobiernos que lo antecedieron.
“La Amazonia fue utilizada políticamente desde la presidencia de [Fernando] Collor [de Mello, en la década de 1990] para acá”, dijo Bolsonaro, que agregó que esas políticas “fueron una irresponsabilidad, al utilizar a los indios para inviabilizar esos estados”. Durante el encuentro los gobernadores de los estados de Amazonas, Pará y Roraima defendieron que el gobierno aceptara los 20 millones de dólares ofrecidos por los países del G7 para paliar la situación en la Amazonia, pero Bolsonaro consideró poco relevante la cuestión y insistió en hacer referencia a la cuestión indígena. El mandatario afirmó que muchas reservas indígenas tienen un “aspecto estratégico”, resaltó que muchos de los habitantes de esas zonas no hablan portugués, y destacó que una de las intenciones de las demarcaciones es inviabilizar al país en su desarrollo económico.
Para basar sus críticas a esta situación, Bolsonaro afirmó que actualmente el Ministerio de Justicia tiene más de 400 pedidos de demarcación de tierras indígenas, afirmó que la política ambiental “no fue usada de manera racional” y citó algunos ejemplos de solicitudes que, a su entender, no deben ser concedidas. “Nuestra decisión, por el momento, es no demarcar más. Este tema de la demarcación de tierras ya pasó a ser una psicosis”, afirmó Bolsonaro, que dijo que, por ejemplo, el estado de Roraima “está tomado por territorios indígenas. ¿Por qué tanta tierra indígena fue demarcada?”, se preguntó.
Durante su intervención ante los gobernadores, el presidente brasileño anunció que mañana cerrará un paquete de medidas con sugerencias para la región amazónica. Aunque no entró en detalles, se presume que el plan contemple cuestiones relacionadas a las limitaciones de las demarcaciones de reservas indígenas.