Cuando faltan pocos días para las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se celebrarán en Argentina el domingo, los apoderados del Frente de Todos –sector que postula a la fórmula conformada por Alberto y la ex mandataria Cristina Fernández– presentaron ayer un reclamo judicial para impedir que la empresa Smartmatic se encargue de la digitalización y transmisión de los telegramas de escrutinio desde los centros de votación. “No dudamos de la Justicia electoral, del escrutinio definitivo; sí dudamos de lo que vaya a querer manipular el gobierno el domingo a la noche a partir de la tarde”, aseguró ayer el apoderado del Partido Justicialista –del que es parte el Frente de Todos– Jorge Landau, cuyas declaraciones fueron recogidas por el portal Tiempo Argentino.

Luego de las inconsistencias observadas en los distintos simulacros y tras la alerta emitida por un grupo de especialistas en seguridad informática, el Frente de Todos resolvió avanzar con la solicitud de una medida cautelar para que “se ordene el apartamiento inmediato de la empresa Smartmatic del proceso electoral en las PASO, las generales y eventual segunda vuelta”, según se establece en el escrito presentado ante la justicia electoral. Paralelamente desde este sector político se solicitó la designación de interventores judiciales “para presenciar todos los procesos técnicos de escrutinio el día de la elección y para la realización de auditorías” posteriores.

Antes de hacer la denuncia, Landau insistió en la desconfianza que genera la empresa: “Vemos que es vulnerable el sistema, es hackeable”, explicó en diálogo con Radio con vos, y aseguró: “Nosotros no tenemos dudas respecto de los resultados finales. Nuestro temor es la noche del domingo de la elección, en la que se puede instalar un candidato como ganador generando un escenario que después no se condiga con la realidad. Todas estas cosas te llevan a un estado de incertidumbre que si no podemos resolver nosotros, vamos a recurrir a la Justicia”.

Desde el Frente de Todos también se cuestiona la contratación de la empresa Smartmatic por sus malos antecedentes en elecciones de otras partes del mundo. “Es conocida la mala reputación de la empresa alrededor del mundo, denunciada por irregularidades en los servicios que prestó en las elecciones en las que intervino en Filipinas, El Salvador, Uganda, y sospechas en Bélgica”.

Pero mientras que desde el mayor sector de la oposición se hizo este pedido a nivel de la justicia electoral, a la vez que se prepara para el acto de cierre de campaña que se llevará a cabo hoy en Rosario, ayer el oficialismo cerró su actividad proselitista en la ciudad de Buenos Aires con un evento en el gimnasio del club Ferro Carril Oeste, en el barrio porteño de Caballito. Allí el presidente Mauricio Macri, acompañado por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y otros líderes de su sector, dio un encendido discurso ante miles de partidarios, en el que pidió a sus seguidores trabajar para “convencer a ese que todavía está enojado”.

“El cambio era nuestra obsesión”, afirmó Macri. “Buenos Aires hoy está entre las grandes ciudades del mundo. Nuestro sueño es llevar eso a cada rincón de la Argentina. Claro que se puede”, afirmó el mandatario, a quien los asistentes le respondieron con el clásico “Sí, se puede”. Macri, eufórico, según consignó Clarín, respondió poniendo las manos detrás de las orejas: “Hago el Topo Gigio como [Juan Román] Riquelme”.

“Sabemos que falta. Es el momento en que tenemos que redoblar la confianza. Necesito que sepan que a mí me duele cada uno de los que la están pasando mal. Vine a que encuentren su lugar, sean felices y estén orgullosos de lo que hacen. Las cosas llevan su tiempo. Los cambios de raíz llevan su tiempo. Estamos construyendo los cimientos para crecer”, agregó Macri, que luego tuvo un momento de alto contenido emotivo al recordar su gestión como jefe de gobierno porteño y gritar que la avenida Juan B Justo, importante arteria de la capital argentina que solía anegarse los días de lluvia en la zona de Palermo, “no se inunda más, ¡carajo!”. La arenga de Macri tuvo como réplica un estallido de los asistentes, que empezaron a corear “para Mauricio, la reelección”, a lo que el presidente respondió, aún emocionado: “Quiero decirles ‘sory’ por el carajo, me fui un poquito”.