La oposición venezolana anunció ayer que serían retomadas las conversaciones en Barbados con el gobierno de Nicolás Maduro, que buscan terminar con la crisis política que atraviesa el país. Uno de los representantes de la oposición, Stalin González, que es también el segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, fue el primero en referirse a este tema en Twitter: “Hemos iniciado otra ronda de reuniones en el marco del Mecanismo de Oslo”, indicó, en referencia a las conversaciones promovidas por Noruega. “Nuestro pueblo necesita resultados definitivos para salir de la crisis”, agregó.

Desde el gobierno fue la vicepresidenta y ex canciller, Delcy Rodríguez, la que confirmó que se retomaban las conversaciones. “La delegación del gobierno de Venezuela llegó a Barbados con las mejores intenciones de diálogo”, dijo, según informó el Ministerio de Comunicación de Venezuela.

Poco se sabe sobre el contenido de las conversaciones, aunque las declaraciones públicas de ambas partes dejan entrever que todavía no se resolvió si habrá condiciones previas para el diálogo. La oposición ha insistido en que este se producirá únicamente si su desenlace implica la salida de Maduro de la presidencia, mientras el gobierno ha asegurado que no permitirá condiciones previas.

Mientras las partes retoman las conversaciones, Estados Unidos sigue aumentando la presión sobre el gobierno de Maduro. El gobierno de Donald Trump incluyó ayer a Tareck El Aissami en su lista de los más buscados por narcotráfico. El Aissami es actualmente ministro de Industrias y vicepresidente para el Área Económica de Venezuela. Según los servicios de seguridad estadounidenses, “desempeña un papel significativo en el tráfico internacional de drogas”.

A su vez, otras alternativas de la comunidad internacional para impulsar una solución a la situación de Venezuela van perdiendo fuerza. El martes se realizará en Lima la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, convocada por el Grupo de Lima, agrupación creada a raíz de la crisis en Venezuela para rechazar la actuación del gobierno de Maduro. A esta reunión fueron invitados varios países cercanos al Ejecutivo venezolano, entre ellos Rusia, que anunció que no participará en el encuentro. A través de un comunicado, la cancillería rusa manifestó que su “principal duda” sobre esa instancia es cómo podría contribuir al “diálogo intervenezolano” que se lleva adelante en Barbados. “No estamos convencidos de que sea acertado hablar sobre el problema de la democracia en Venezuela sin la participación de los venezolanos”, agregó.